Engelbert Rivero: ¿Para quiénes son las ciudades? ¿Para los ciudadanos o para los autos?

Engelbert Rivero Montenegro @engelbertrivero

Hay ciertas circunstancias y tendencias que los gobiernos locales deben observar y, más importante aún, actuar sobre ellas. La crisis de la gasolina, producto de la quiebra de PDVSA, puede dificultosamente revertirse a corto plazo y puede provocar una sustancial reducción del parque automotor, la crisis sanitaria producto del Coronavirus transformará la forma de trabajar, estudiar y producir en las ciudades, la actividad económica se hará más local, interdependiente de su entorno y asociada a la vida municipal, la población, efecto de la migración y la pérdida del bono demográfico, tenderá al envejecimiento. Lastimosamente, la mayoría de los gobiernos municipales están en modo “avión”.

Es claro que nuestras ciudades deben transformarse y adaptarse a los nuevos escenarios, caso contrario, se harán menos competitivas y atractivas tanto a la inversión como para ser capaces de sostener una vida digna y satisfactoria para sus habitantes. La ciudad actual se diseñó alrededor de los vehículos, por ellos asfaltamos las calles y los privilegiamos frente a los peatones en la planificación urbana, no obstante, las nuevas circunstancias nos hacen preguntar de cara al futuro previsible ¿Para quiénes son las ciudades? ¿Para los ciudadanos o para los autos? Los municipalistas socialdemócratas apostamos por los ciudadanos.

Es momento de diseñar nuevas normas y estándares municipales para el diseño, modificación y del espacio público. Una ordenanza para la peatonalización es una de las vías institucionales para hacerlo posible, la idea es dirigir el gasto público a la progresiva sustitución de calles por bulevares, caminerías y ciclovías, propender al uso intensivo del transporte masivo antes que el vehículo particular, abrir más espacios para el pequeño comercio, al artesano y a la recreación en los espacios urbanos. Además, el mismo espacio público y su equipamiento urbano debe propender a reducir su hostilidad a la población vulnerable: al adulto mayor, niños y personas con discapacidad, debemos ver más cotidianamente, los pasamanos, las rampas, la señalización con componente auditivo y visual, es decir, debemos avanzar a una auténtica ciudad para todos.





Esa ciudad futura no es un sueño preciosista o estético, hablamos de ella como una necesidad fundamentalmente económica. Una ciudad que sustituye con teletrabajo, educación a distancia y telemedicina los requerimientos de oficinas, centros de trabajo, servicios formativos y sanitarios no verá los usuales embotellamientos viales. Para llegar allí la conectividad a internet deberá pasar de ser un servicio a ser un derecho humano, incluso para la periferia urbana y las zonas rurales. Esa ordenanza de peatonalización deberá establecer el adamiaje legal de la disposición de espacios públicos, construcción de obras civiles y oferta de servicios de conectividad.

Por otro lado, es vital el diseño de instrumentos que obliguen a los municipios sus honrar sus competentencias en materia de ordenación urbanistica, viendolo en cifras solo 13 de las 335 alcaldias del pais han discutido y aprobado su plan de desarrollo urbano local (Pdul) eso representa el 3,88%.

Luchar en contra de este oprobioso régimen muchos lo asumimos como un deber y una responsabilidad histórica, pero planificar desde ya el dia después es una necesidad

Engelbert Rivero M.
@engelbertrivero