Santiago Navajas: El objetivo no es Trump. Es usted

 

Con la Casa Blanca, el Congreso, el Senado, Twitter, Facebook, Google y la inmensa mayoría de los periódicos y televisiones en manos de la izquierda, en EEUU sólo queda como salvaguarda de la democracia constitucional el Tribunal Supremo. Pero, ahora que llega Joe Biden, recordemos a Roosevelt y cómo lo asaltó para imponer su agenda intervencionista pasando por encima de los límites constitucionales.





En estos últimos meses se ha producido la toma de las redes sociales por parte de la izquierda. Twitter canceló la cuenta del New York Post por sacar durante la campaña electoral los trapos sucios del hijo de Joe Biden. En los últimos días Twitter ha retirado la cuenta a Trump pero se la mantiene a Maduro, y no dice nada sobre la propaganda del Gobierno comunista chino que blanquea y niega la totalitaria opresión que ejerce sobre los uigures. Entonces se produce un trasvase masivo de usuarios a Parler, pero inmediatamente Google retira la app de la red social alternativa y Apple amenaza con hacer lo mismo. Finalmente Amazon trata de expulsar a Parler de sus servidores.

Quédense con este acrónimo, GAFA, porque se hablará mucho de él a partir de ahora. Google, Amazon, Facebook y Apple.

¿Está justificada la expulsión permanente de Donald Trump de Twitter? El asalto de sus seguidores al Capitolio, ¡con muertos!, fue el Rubicón que no se debió traspasar. La analogía correcta para entender lo que ha hecho Jack Dorsey, el CEO de Twitter, es recordar cómo Florentino Pérez expulsó a los Ultras Sur del Estadio Santiago Bernabéu. Pero la doble vara de medir de medios como Twitter a la hora de evaluar las amenazas a la convivencia de movimientos como Black Lives Matter, que no se cortan al amenazar con que “sin Justicia no habrá Paz”, de Maduro y del dictador comunista chino, Xi Jinping, nos muestra que a las redes sociales hegemónicas no les preocupa el peligro de incitar a la violencia, sino crear un modelo de ciudadano unidimensional e incapaz de disentir del relato consagrado por los poderes establecidos.

Google despidió a un empleado, James Damore, porque cuestionó de manera razonable las tesis del feminismo de género, devenido en dogmas de secta. Trump es un peligro para la democracia, pero todavía más Sundar Pichai, el fascistoide CEO de Google, nuestro Citizen Kane tecnológico, que forma parte de GAFA, los que se arrogan el privilegio de dictar lo que puede decirse, lo que puede publicarse, lo que puede hacerse en la actual democracia digital. Ahora que las grandes tecnológicas que controlan el bien más preciado, la información, se están confabulando contra el interés público y los derechos de los ciudadanos (censurando cuentas, capando aplicaciones, filtrando información) es relevante releer a Adam Smith:

Las gentes de la misma industria rara vez se reúnen, aunque sólo sea con fines de celebraciones y fiestas, sin que la conversación acabe en una conspiración contra el público.

No lo dude: el objetivo de la censura en la colusión entre el Estado dominado por la izquierda y las Big Tech de Silicon Valley no es Donald Trump sino usted.


Este artículo se publicó originalmente en Libertad Digital el 11 de enro de 2021