AP: Wolfgang Salazar, el artista callejero que busca inspirar a Venezuela

El artista callejero Wolfgang Salazar trabaja en un mural en una calle caraqueña. Foto: AP Photo / Matias Delacroix, 05/01/2021, Caracas (Venezuela).

 

El rostro resplandeciente de una de las mejores atletas de Venezuela parece revitalizar un rincón de la decadente capital del país, un toque de color e inspiración para tiempos cada vez más sombríos.

Por Jorge Rueda y Scott Smith / AP





Traducción del inglés al castellano por lapatilla.com

En otros lugares, remolinos de patrones rodean un retrato realista del amado cantante y actor Simón Díaz, una imagen inmensa en una pared que se eleva sobre una calle de Caracas.

Wolfgang Salazar ha ganado una fama cada vez mayor por sus murales pintados con aerosol de venezolanos, héroes y gente común, en un momento en que la pandemia y las dificultades económicas pesan sobre sus conciudadanos.

“Quiero que la gente sonría por un momento”, dijo Salazar, de 30 años. “Quiero que se vayan a casa con una historia diferente que contar”.

Su trabajo más reciente, encargado por un restaurante de Caracas, rinde homenaje al récord mundial de triple salto bajo techo Yulimar Rojas, la primera venezolana honrada como atleta del año por World Athletics.

El mural muestra el rostro sonriente de Rojas sobre una imagen de su silueta saltando el icónico Salto Ángel de Venezuela, la cascada más alta del mundo.

Salazar dijo que pintó a Rojas porque encarna el potencial de la grandeza venezolana.

Salazar usa el nombre artístico de Badsura, un juego del inglés “bad” (malo) y la palabra española “basura”. Dice que es parte de una campaña para legitimar el arte callejero del graffiti y ha sido invitado a varios países de América Latina y Europa para pintar murales.

Su trabajo también alude a tiempos difíciles en un país que sufre hiperinflación y penurias que han llevado al menos a 5 millones de venezolanos a huir al exterior.

Un mural en la Universidad Central de Venezuela en Caracas muestra a un hombre cargando una lata de gas natural, algo difícil de encontrar últimamente a pesar de la riqueza petrolera del país, junto a una abuela sosteniendo una vela.

“El objetivo principal es que la gente vea un reflejo de sí misma”, dijo Salazar, quien agregó que espera que la gente vea los murales y diga: “Yo existo. Lo que me pasa existe. Soy real. Me siento identificado”.