Muchas costumbres han dejado atrás los venezolanos debido a la crisis económica, que se volvió más aguda aún durante la pandemia de Covid-19. Merendar al caer la tarde era una tradición en la mayoría de los hogares, sin embargo ahora se hace cuesta arriba poder darse ese lujo ya que la prioridad es comprar la comida del desayuno, almuerzo y cena.
Por Víctor A. Rodríguez | LA PRENSA DE LARA
Para merendar una galleta hay que desembolsillar casi dos millones, ya que el paquete de Marilu cuesta un millón 950 mil bolívares. Hay galletas más económicas como la Renata que vale de 950 mil, pero solo un paquete no alcanzaría para toda la familia. Asimismo, para acompañar cualquier merienda con una bebida, hay que disponer de al menos 2 millones 580 mil bolívares para adquirir un litro de leche.
“Ya ahora uno no se puede dar esos lujos como antes, ahorita lo más accesible es merendar con pan y café, pero eso no es todos los días”, expresó Iriana Riera.
El paquete de catalinas ronda los 2 millones, es la opción más económica para el bolsillo del venezolano.
Otras opciones para los venezolanos son las frutas, pero estas tampoco se escapan de la hiperinflación y también están demasiado costosas.
“Gasté un platero en cosas para merendar como crema de arroz, cereal, galletas y panes para los niños, es un gran gasto”, manifestó por su parte Adelaida Camacho.
Más caro todavía sale hacer panquecas ya que los productos para elaborarlas son harina de trigo (Bs. 1.795.000), solo 450 gramos de leche en polvo valen 5 millones 990 mil bolívares, azúcar (Bs. 1.800.000 el kilogramo) y huevos, el cartón vale más de 3 millones.