Carnaval en miniatura mantiene viva la fiesta en Brasil

Carnaval en miniatura mantiene viva la fiesta en Brasil

Un trabajador de la escuela de samba Grande Rio prepara parte de un disfraz de carnaval en la sede de producción de carnaval de la escuela en Río de Janeiro, Brasil, 11 febrero 2020.
REUTERS/Pilar Olivares

 

 

Plumas, lentejuelas, carrozas y mucho brillo son algunos artículos esenciales del Carnaval que llena cada año las calles de Brasil. Pero en plena pandemia del covid-19, en 2021 solo podrán desfilar y lucir sus disfraces las esculturas que integran la Unión de las Escuelas de Samba de Maqueta.





Este grupo reproduce cada año los coloridos e imponentes desfiles que se adueñan de los sambódromos brasileños, aunque, eso sí, en una escala bastante más reducida.

Decenas de muñecos en miniatura sustituyen a los «foliones», como son conocidas las personas que salen a celebrar el Carnaval, y cobran vida, a través de vídeos grabados en cámara lenta, en una pista de cartón con unos dos metros de extensión, por donde un total de 31 escuelas de samba de maqueta desfilan.

Para los amantes del Carnaval, la versión de 2021 será celebrada a través de internet y con transmisiones en directo, ya que la emergencia del coronavirus obligó a cancelar las fiestas presenciales en todo el país.

«Es muy gracioso, porque nosotros tenemos los mismos imprevistos que suelen ocurrir en el Carnaval real. Hay veces que la alegoría se rompe, el muñeco desmaya o se cae en el sambódromo», afirmó Denis Rafael Lima da Silva, presidente de la escuela Mocidade do Itaim Paulista.

EFE