Robert Carmona-Borjas: El Esequibo se defiende con dignidad y consenso y no con confrontación y agresión

Robert Carmona-Borjas: El Esequibo se defiende con dignidad y consenso y no con confrontación y agresión

La controversia con Guyana, como lo han dicho todos los juristas y expertos en la materia, es una cuestión nacional. No es una cosa del gobierno, del régimen, del PSUV o de un miembro del grupo cleptocrático. Tampoco hay que verlo con toques ideológicos de cualquier otra naturaleza. Solo con una visión nacionalista y verdaderamente patriótica es que debemos abordar este tema que pone en peligro, por la ineficiencia mostrada por el régimen desde que llegó al poder en 1999, para ínicamente complacer a sus mentores en Cuba, la integridad territorial de la República de Venezuela.

En días pasados se celebraron los 55 años del Acuerdo de Ginebra. Un logro de los gobiernos democráticos. Un éxito político llevado por gente inteligente, capaz, seria y verdaderamente nacionalista. Los gobiernos de Rómulo Betancourt y de Raúl Leoni principalmente hicieron un trabajo extraordinario hasta lograr sentar al Reino Unido en la mesa de negociaciones, lo que significaba que desde aquél entonces el Laudo Arbitral no tenía más el carácter de cosa juzgada. Se le había cuestionado y ellos lo aceptaron, sino no, no hubieran comenzado una negociación para solucionar la controversia territorial, nuestra reclamación, por el despojo del que habíamos sido víctimas.

Venezuela sostuvo y debe seguir sosteniendo que el Laudo es nulo e írrito y abundantes razones jurídicas y morales las hay y eso lo saben los gobiernos del Reino Unido y de Guyana que han leído y revisado los archivos en Londres y en todas partes, las actas del proceso de París que nos llevó al Laudo del 3 de octubre de 1899 sin la participación, por cierto, de Venezuela, representada entonces por Estados Unidos, una aberración escandalosa desde todo punto de vista.





Pero todo esto se había superado, sin embargo, lamentablemente hoy por esa misma irresponsabilidad que caracteriza al régimen chavista desde su arribo al poder, ahora estamos ante la Corte de La Haya que decidió en días pasados en contra de nuestra posición, que por cierto tampoco fue defendida por el régimen ante el Tribunal, y frente a los argumentos de Guyana, declaró que era competente para conocer la demanda de Guyana que se centra en la “Confirmación de la validez del Laudo Arbitral de 1899”.

Queramos o no ahora estamos en ese proceso. Pareciera que el chavismo no logra entender que las decisiones de la Corte Internacional de Justicia son vinculantes y definitivas y debemos respetarlas. Es por ello por lo que obligatoriamente debemos ir al proceso en esta Segunda Etapa. Debemos comparecer, no hay otra opción, pero hay que hacerlo de manera organizada y seria. Se debe nombrar un grupo de expertos y de juristas que representen nuestros intereses, y no los del PSUV. Además debe informarse a los venezolanos con transparencia lo que se está haciendo y debe incluso como se ha dicho, designar un juez ad hoc por Venezuela, como lo hizo Guyana que tampoco tenía un juez permanente de su nacionalidad y para ello nombró a una jurista de Australia. ¿Cómo es que algo tan elemental como la designación del Agente y el nombramiento del Juez ad hoc aún el régimen que ha podido hacerlo, ni siquiera lo ha considerado?

En fin, estamos ante una realidad que debemos enfrentar TODOS como país, aunque las decisiones estén lamentablemente en manos de un régimen irresponsable, politiquero, que aprovecha todo para beneficio interno, para ganar puntos políticos. No es el momento de esto. Es el momento del Consenso y de la Seriedad.

Ojalá el régimen decida comparecer y actuar como debe ser o de lo contrario tendremos una decisión adversa que confirmará los límites groseramente establecidos en 1899 y no habrá más nada que hacer, solo cumplirla como lo dice el Derecho Internacional, dando por terminada la aspiración y el sueño de todos los venezolanos de recuperar lo que el Reino Unido nos quitó.

El régimen tiene en sus manos una pelota caliente y enormes responsabilidades que no podrá trasladar ni a la oposición ni al pueblo venezolano. Dios quiera el régimen tome las decisiones correctas y abandone la bandera del conflicto, del recurso a “cualquier medio” para recuperar el Territorio Esequibo pues es ahora en una “lucha jurídica” y diplomática al margen del proceso que se inicia, solamente en ese contexto, que podremos obtener la reparación debida por el daño que nos causó el imperio británico en 1899 y que el régimen, comenzando por Chávez, poco le importó en su momento, siguiendo las instrucciones de La Habana a quienes hemos entregado nuestra República, nuestra integridad territorial y por el camino que vamos, hasta nuestra dignidad.

@CarmonaBorjas