La infraestructura de Estados Unidos ha obtenido calificaciones casi negativas por el deterioro de sus carreteras, transporte público y sistemas de aguas pluviales debido a años de inacción del gobierno federal, informa la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles. Su nota general: una C mediocre.
Por: New York Post
En su “Informe de infraestructura” publicado el miércoles, el grupo pidió un alivio “grande y audaz”, estimando que costaría $ 5.9 billones durante la próxima década para llevar carreteras, puentes y aeropuertos a un nivel seguro y sostenible. Eso es aproximadamente $ 2.6 billones más de lo que el gobierno y el sector privado ya gastan.
“La infraestructura de Estados Unidos no está funcionando como debería y las familias están perdiendo miles de dólares al año en ingresos disponibles como resultado de que las ciudades tengan que arreglar baches, las personas se atasquen en el tráfico o debido a reparaciones cuando se rompe una línea de agua o se apaga la red de energía abajo ”, dijo Greg DiLoreto, uno de los ex presidentes del grupo.
“Es fundamental que tomemos medidas ahora”, dijo, y expresó su optimismo de que el gobierno federal ahora lo está convirtiendo en una “máxima prioridad”.
Durante los cuatro años de Donald Trump en la Casa Blanca, su administración a menudo celebró eventos de la “Semana de la Infraestructura” y promocionó las mejoras en el transporte. Pero no pudo presionar al Congreso para que aprobara un plan amplio para actualizar las carreteras, puentes, rieles y aeropuertos de la nación.
La calificación general C en la infraestructura de Estados Unidos, que refleja una condición “mediocre” con “deficiencias significativas”, es una ligera mejora con respecto a su calificación D + en 2017. El grupo citó en parte los esfuerzos del gobierno estatal y local y del sector privado, que se han convertido a la nueva tecnología para identificar las fugas de las tuberías principales de agua y priorizar las reparaciones.
Pero de las 17 categorías que componen la calificación general, 11 estaban en el rango D que indicaba un “deterioro significativo” con un “fuerte riesgo de fracaso”. Incluyeron el transporte público, la infraestructura de aguas pluviales, los aeropuertos y las carreteras y autopistas, que constituyen la mayor parte del gasto en infraestructura de EE. UU. Con 1,6 billones de dólares, según el grupo.
Cuatro áreas obtuvieron C: puentes, que bajaron de C + a C en 2021, energía, agua potable y desechos sólidos. Solo dos áreas, puertos y ferrocarril, obtuvieron una puntuación más alta, con una B y una B, respectivamente.
La administración del presidente Joe Biden y los legisladores en las últimas semanas han comenzado a sentar las bases para un impulso tan buscado a las carreteras, puentes y otra infraestructura de la nación de $ 2 billones o más, que se dará a conocer después de que el Congreso apruebe la legislación sobre el alivio del COVID-19. El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, quien se ha estado reuniendo con los legisladores sobre el esfuerzo, ha dicho que el objetivo sería rejuvenecer la economía de la pandemia posterior al coronavirus e impulsar carreteras y puentes en ruinas al tiempo que fomenta formas alternativas de transporte a los automóviles, así como crear miles de empleos verdes mediante la realización de reformas y mejoras en las obras públicas respetuosas con el medio ambiente.
“Esta boleta de calificaciones es una advertencia y un llamado a la acción”, dijo Buttigieg a The Associated Press. “Una generación de desinversión nos está alcanzando y debemos elegir si permitir que nuestros competidores globales avancen permanentemente o invertir en la seguridad, equidad, resiliencia y fortaleza económica que una infraestructura superior puede brindar a los estadounidenses”.
Buttigieg anunció el martes el primer préstamo federal de transporte de bajo costo en la administración de Biden, hasta $ 448 millones para Texas para proyectos de carreteras de peaje en Austin para aliviar la congestión, promocionando características amigables para las bicicletas como una acera pavimentada planificada de 10 pies de ancho. para ciclistas y peatones con acceso a senderos.
“A medida que las comunidades de todo el país continúan luchando contra la pandemia, estamos comprometidos a ser un socio para ayudarlos a ahorrar dinero, reducir la congestión y mejorar la movilidad, la seguridad y la accesibilidad”, dijo Buttigieg, ex alcalde de South Bend, Indiana, quien Diríjase al grupo de ingenieros más tarde el miércoles.
En su boleta de calificaciones, el grupo dijo que años de inacción han tenido consecuencias. Citó los costos crecientes que se transfieren a los consumidores a medida que las ciudades y los estados lidian con la escasez de fondos para reparar carreteras y puentes y retrasar otras mejoras importantes a la infraestructura.
La débil infraestructura de la nación ha sido un problema para las comunidades, incluidas las recientes luchas de Texas con cortes de energía y escasez de agua después de una brutal tormenta de invierno. Las condiciones inusualmente frías provocaron que las tuberías congeladas explotaran e inundaran las casas y millones de residentes perdieron calefacción y agua corriente.
Según el boletín de calificaciones, la nación solo está pagando alrededor de la mitad de lo que necesita para elevar la infraestructura general de los Estados Unidos a un nivel aceptable de “B”. Si no se aborda, la factura de infraestructura vencida de Estados Unidos para 2039 le costará al hogar estadounidense promedio $ 3,300 al año, o $ 63 a la semana, dijo el grupo.
Instó a un liderazgo fuerte, una mayor inversión y “nuevos enfoques”, como tener en cuenta la realidad del cambio climático en los planes de mejora de capital a más largo plazo.
“Se necesita una acción grande y audaz de Washington, así como una priorización continua por parte de los estados y localidades, para llevar toda nuestra infraestructura a un estado de buen estado”, decía la boleta de calificaciones.