La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, se negó el martes a caracterizar la situación en espiral en la frontera entre Estados Unidos y México como una “crisis”, incluso cuando el número de niños detenidos ha aumentado y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, ha recurrido a pedir voluntarios para ayudar a mantener la línea.
Por: New York Post
Durante su conferencia de prensa diaria, Psaki sostuvo que la administración del presidente Biden estaba trabajando para controlar la situación , mientras intentaba abordar las causas fundamentales de la migración masiva con la esperanza de detener la marea en su origen.
“No creo que debamos sentarnos aquí y poner nuevas etiquetas a lo que ya hemos transmitido es un desafío, lo que hemos transmitido es una prioridad para el presidente, en lo que nuestros equipos de políticas están trabajando todos los días”, dijo Psaki. cuando se le preguntó en qué momento la Casa Blanca reconoce la existencia de una crisis.
“Creemos que es más importante explicar la política sustantiva de lo que está sucediendo, cuáles son las causas fundamentales de por qué vienen estos niños y qué estamos haciendo para tratar de resolver lo que es una circunstancia muy desafiante en la frontera”, Psaki más tarde. adicional. “Esa es la información que busca el pueblo estadounidense”.
El número de niños detenidos en instalaciones federales hacinadas a lo largo de la frontera se ha más que triplicado en las últimas dos semanas a más de 3,250, informó el martes el New York Times, con más de un tercio de esos niños detenidos más allá de las 72 horas en que están legalmente. Permitido ser guardado antes de ser trasladado a refugios.
Psaki se negó a confirmar esas cifras, que el Times obtuvo de documentos gubernamentales, y dirigió a los reporteros al DHS, incluso después de que le dijeron que la agencia federal se había negado a comentar.
“Te animo a que vuelvas con ellos y les preguntes de nuevo. No los confirmaremos desde la Casa Blanca. No es nuestro programa ”, dijo Psaki. “Ciertamente fomentamos la transparencia, pero lo que también creo que es importante es hablar aquí sobre las causas fundamentales”.
Psaki señaló la huida de los migrantes centroamericanos de “la violencia, las dificultades económicas y otras cosas”, así como un par de huracanes en otoño y los efectos continuos de la pandemia de coronavirus.
De los 1,553 migrantes que pasaron por la principal estación de autobuses en la frontera fronteriza de Brownsville, Texas, entre el 25 de enero y el 6 de marzo, 185, o casi el 12 por ciento, dieron positivo por COVID-19 , dijo el portavoz de la ciudad Felipe Romero.
El enamoramiento ha aumentado notablemente desde que el control de la Casa Blanca pasó a Biden de su predecesor, el ex presidente Donald Trump, quien habló con frecuencia de la importancia de una estricta seguridad fronteriza.
Con miles de personas cruzando ahora, la situación se ha vuelto tan insostenible que, según los informes, Mayorkas llamó a los empleados de las agencias bajo su dirección, pidiendo refuerzos voluntarios para el personal de la frontera.
La administración de Biden está adoptando un enfoque de tres frentes para despejar el atasco en la frontera, dijo Psaki: Trabajar para restaurar de manera segura los refugios a la capacidad previa al coronavirus; buscar instalaciones de refugio adicionales donde los migrantes puedan ser alojados temporalmente; y acelerar el proceso de investigación de antecedentes para los recién llegados al país.
Al mismo tiempo, Psaki sostuvo que los esfuerzos para disuadir a los migrantes de venir a los Estados Unidos en medio de la pandemia en primer lugar son “una parte clave de nuestra estrategia”.
Ese impulso es particularmente importante dada la cantidad de niños que hacen la larga y peligrosa caminata, dijo Psaki.
“Creo que es imperativo que enviemos el mensaje de que este es un viaje peligroso”, dijo. “Los niños no lo logran. Experimentan circunstancias muy difíciles en el viaje. Ahora, las circunstancias en muchos de estos países son tales que los padres sienten que correr ese riesgo es mejor que las circunstancias por las que están pasando. Pero tenemos muy claro este mensaje en la región, que este no es el momento de venir, que este es un viaje peligroso ”.