Ella era una aspirante a bióloga marina de Tony New Canaan, Connecticut, que amaba la naturaleza y salía con sus amigos.
Por: New York Post
Entonces, cuando Katherine Schlegel, de 20 años, le dijo a su madre, Elena, en agosto de 2018 que se dirigía a Randall’s Island para el festival de música de Electric Zoo, “No pensé nada al respecto”, le dijo recientemente su madre a The Post.
“Como, ‘Está bien, se va a un concierto el fin de semana’”, recuerda Elena Schlegel. “Y se fue, el viernes por la mañana, ‘Adiós, que la pases genial’.
“Nunca la volví a ver”, dijo la madre.
Lo que le sucedió a Katherine a continuación es una trágica mezcla de pasos en falso y crimen detallado por primera vez a The Post por su madre y el tenaz detective del Bronx NYPD que ayudó a resolver el caso.
Elena recordó cómo a principios de 2018, Katherine se encontró luchando con la escuela y decidió tomarse un semestre libre de la Universidad de Carolina del Sur para regresar a casa por un tiempo.
Pronto, un amigo le presentó a la joven a un grupo de soldados del ejército estacionados en el norte del estado de Fort Drum.
En la primavera de ese año, Katherine fue al baile militar de la base con uno de los soldados, un sargento llamado Nick Ramshaw, y la pareja comenzó a salir.
Katherine también conoció al amigo de Ramshaw, Tanner Howell, un compañero soldado estacionado en la base.
Elena dijo que recuerda que no estaba “interesada” en la nueva relación de Katherine, pero que no se preocupó demasiado porque pensó que no iba a durar.
Después de unos meses de citas, Katherine, Ramshaw, Howell y varios otros amigos hicieron planes para asistir a Electric Zoo, un carnaval de música electrónica de tres días programado para culminar con una actuación del mega-DJ Tiesto el domingo antes del Día del Trabajo.
En Randall’s Island, frente a Manhattan, Howell hizo arreglos para comprar 57 cápsulas de la droga éxtasis, o Molly, de otros dos soldados de Fort Drum que también viajaron al festival, según acusaron los fiscales en una denuncia penal en su contra presentada en la corte federal de Manhattan.
Los soldados – ex Army Spc. Lagaria Slaughter y un hombre anónimo que está cooperando con las autoridades, se reunieron con Katherine y una de sus amigas cerca de la caja registradora fuera del festival y les entregaron las drogas, dijeron los federales.
Howell luego transfirió electrónicamente $ 560 a los traficantes de drogas, según la denuncia.
“Le envié un mensaje de texto y hablé con ella esa tarde, y alrededor de las 9:30 de la noche, me envió una foto de ella con otro amigo nuestro de New Canaan”, recordó Elena. “Dijo que se estaba divirtiendo, y eso fue todo”.
En algún momento después, mientras miles de juerguistas bailaban con trajes de neón en el lugar, Katherine se derrumbó y sus amigos sacaron su cuerpo inerte de los terrenos y lo subieron a un Uber.
Pero en lugar de dirigirse a un hospital, los amigos de Katherine dirigieron al taxista a un Airbnb en el Bronx, una casa de fiestas “notoria” que habían alquilado en una cuadra de la costa en Throggs Neck, dijo el detective de la policía de Nueva York Anthony Russo a The Post.
“Cuando [Katherine] regresó al Airbnb, estaba inconsciente, pero aún estaba viva”, dijo Russo, un investigador del escuadrón de sobredosis.
Sus amigos en Airbnb finalmente llamaron al 911, aunque activamente trataron de ocultar información a los socorristas que se presentaron, alegó Russo.
“Hubo confusión por parte de EMS únicamente porque no se le estaba dando la información correcta a EMS”, dijo Russo. “[Los amigos de Katherine] estaban tratando de ocultar lo que le sucedió exactamente y lo que estaba sucediendo allí”.
Katherine fue trasladada de urgencia al Centro Médico Jacobi y luego trasladada a un hospital de Manhattan, pero pronto murió.
La Oficina del Médico Forense de la ciudad determinó más tarde que sufrió una sobredosis fatal de un cóctel de drogas, entre ellas Molly, cocaína, metanfetamina, anfetamina, un supresor del apetito y Xanax.
Ahora le tocaba a Russo, alentado por Elena, ayudar a reconstruir lo que sucedió y quién podría ser responsable de las drogas.
Después de la muerte de Katherine, los investigadores rastrearon mensajes de texto que la vinculaban con Howell, Slaughter y el hombre anónimo que luego se declaró culpable de un cargo federal de drogas a cambio de una sentencia más leve.
Los investigadores también registraron los cuartos de Slaughter y recuperaron 10 cápsulas de Molly, 55 dosis de LSD, algunos hongos mágicos y materiales para empaquetar drogas, según los documentos de acusación.
Slaughter se declaró culpable el mes pasado en la corte federal de Manhattan de un cargo federal de distribución de narcóticos. Fue condenado a 15 meses de prisión. Su abogado no respondió a una solicitud de comentarios.
Howell está a la espera de juicio por cargos de conspiración para distribuir narcóticos y posesión con la intención de distribuir narcóticos. Su abogado tampoco respondió a las solicitudes de comentarios.
Ramshaw, que no ha sido acusado de ningún delito, se negó a cooperar con los investigadores, dijo Russo. Ramshaw no respondió a las solicitudes de comentarios.
Russo le dijo a The Post que el impulso de Elena para el cierre lo ayudó a continuar la investigación, que a veces fue lenta y duró más de un año.
“Se dio en el clavo”, dijo sobre la angustia de la madre. “Lo mínimo que podemos hacer en la unidad es cerrar a las familias afectadas. Es algo que llevamos a todos los casos que hacemos “.
Katherine fue sepultada en un funeral repleto en New Canaan en la iglesia de St. Aloysius, dijo Elena.
Al final, la madre desconsolada dijo que habla para advertir a otros padres y jóvenes sobre los peligros de consumir drogas en las fiestas.
“No quiero que nadie más esté en el puesto”, dijo. “Es lo peor que te puede pasar”.