José Ignacio Moreno León: La lucha contra el Covid-19 y el ejemplo de Israel

La lucha contra el virus Chino o COVID-19, como lo ha identificado la Organización Mundial de la Salud se inició prácticamente con el debate que aún persiste sobre el origen de este agente patogeno causante de la grave pandemia que a la fecha ha causado la muerte de más de 2.6 millones de seres humanos y una profunda crisis económica con nefastas consecuencias globales. Pero la referida lucha  se refleja, de manera más evidente en los esfuerzos relativos a la producción de fármacos y las campañas para su aplicación en el combate contra ese virus. Campañas que unos gobiernos han realizado de manera más eficiente que otros que inclusive han manipulado políticamente el manejo de esa grave pandemia.

Hasta ahora seis vacunas se han desarrollado para tratar de generar inmunidad frente a dicho virus y sus recientes variantes: Janssen de Johnson&Johnson (USA), BioNTech-Pfizer (Alemania/USA), Moderna (USA),  AstraZeneca (Reino Unido/Suecia), Sputnik (Rusia), Sinopharm (China). Y en el contexto de las estrategias de vacunación Israel está dando un ejemplo mundial, habiendo logrado prácticamente la inmunidad de su población y recuperado la normalidad de actividades, sin descartar aún el uso obligatorio de las mascarillas, con posibilidades ciertas de que este pequeño país pueda producir otra modalidad de fármaco para el combate del COVID-19 y sus variantes.

Para valorar los aportes de Israel en la lucha contra la pandemia conviene hacer un breve recuento sobre los avances científicos y tecnológicos que,  en el ámbito de la medicina,  ha logrado este país de sólo nueve millones de habitantes y  apenas un poco más de siete décadas de haber sido constituido como republica y que resalta como la única democracia en Oriente Medio.





Israel, junto con Corea del Sur es el país que más invierte en investigación y desarrollo con un 4.25% de su PIB, lo que representa casi el doble de la media mundial. El país supera en desarrollo tecnológico a todos los países de Europa y a nivel mundial solo lo rebasa los Estados Unidos. Es el primer país en el mundo en la producción de patentes de dispositivos médicos percapita y segundo en Europa en biofarmaceutica.

Cerca de mil empresas israelíes  se dedican a productos para la atención a la salud o ciencias de la vida favorecidas por un eficiente entorno de apoyo en los ámbitos de ingeniería, laboratorios, y asesores en temas regulatorios y de fabricación. Haifa, la tercera ciudad de importancia en el país,después de Tel Aviv y Jerusalén, es ahora el nuevo polo científico y tecnológico mundial en el que se realizan importantes emprendimientos con apoyo del Estado y recursos privados, especialmente en el sector farmacéutico que es el de mayor avance en el país y en progreso constante. Hay que resaltar que Israel ha tenido 12 ganadores del premio Nobel, seis de ellos en el area científica, y de los 850 personas que desde que en 1901 se estableció este reconocimiento mundial, 194 son judios, o sea el 20%, a pesar de que los mismos representan sólo el 0.2% de la población mundial. Israel además es el segundo país con más empresas que cotizan  en el mercado de Nasdaq (75), después de China (91).

Hay que recordar que los virologos de origen judio Jonas Salk y Albert Sabin fueron los científicos que desarrollaron la vacuna que erradicó la poliomielitis en los años 50, considerada entonces como uno de los de problemas de salud pública más importantes. Recientemente en el pais se han desarrollado relevantes logros científicos en el ámbito de la medicina tales como el ExAblate OR ecografía fiscalizada guiada por resonancia magnética para destruir tumores  y quistes fibroides internos sin cirugía, el Surpass Medical’s NeuroEndoGraft que desvía el flujo sanguíneo de una aneurisma cerebral para que no ocurra una aneurisma fatal y la Micron Jet aguja exclusiva para la aplicación indolora de vacunas en la piel que hace uso de tecnología de semiconductores y genera una repuesta inmune porque no traspasa la piel. Como repuesta a la pandemia el Instituto para la Investigación Biotecnologica, dependiente del Ministerio de la Defensa está en la búsqueda de un medicamento definitivo contra el COVID-19 y ya se han realizado dos ensayos utilizados para combatir la enfermedad de Gaucher, un mal raro y genético que es consecuencia de la deficiencia de una enzima. Igualmente está en desarrollo un medicamento inhalador que aplicado cada 24 horas durante 5 días,  tiene posibilidades de curar en una semana  pacientes con coronavirus grave.

En todo caso, como lo ha señalado el Primer Ministro Netanyahu, Israel ha logrado un relevante éxito en la lucha contra el COVID-19 con rápidas y eficientes decisiones, un ágil sistema de distribución de las vacunas y una activa contribución de toda la población, la que ha sido vacunada voluntariamente, sin ninguna discriminación y sin ningun costo, por lo que el modelo israelí está siendo una referencia mundial y ya países como Estados Unidos, Dinamarca y Austria están compartiendo esa experiencia.