Estudio asegura que los rayos ayudaron a la formación de vida en la tierra y descartan el apoyo de los meteoritos

Estudio asegura que los rayos ayudaron a la formación de vida en la tierra y descartan el apoyo de los meteoritos

Imagen de archivo de rayos cayendo alrededor del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle cerca de la sureña ciudad de Osorno, Chile. 5 de junio, 2011. REUTERS/Ivan Alvarado/Archivo

 

La aparición de los primeros organismos vivos de la Tierra, hace miles de millones de años, pudo verse facilitada por un rayo inesperado, o quizás por un quintillón de ellos.

Un grupo de investigadores afirmó el martes que los rayos caídos durante los primeros 1.000 millones de años tras la formación del planeta, hace aproximadamente 4.500 millones de años, podrían haber liberado el fósforo necesario para la formación de biomoléculas esenciales para la vida.





El estudio puede ofrecer detalles sobre los orígenes de la primera vida microbiana de la Tierra y de la posibilidad de vida en planetas rocosos similares.

El fósforo es una parte crucial de la receta para la vida. Constituye la columna vertebral del fosfato del ADN y el ARN, material hereditario de los organismos vivos, y representa un componente importante de las membranas celulares.

En la Tierra primitiva, este elemento químico estaba encerrado en minerales insolubles. Hasta ahora se pensaba que los meteoritos que bombardearon el planeta eran los principales responsables de la presencia de fósforo “biodisponible”.

Algunos meteoritos contienen el mineral de fósforo llamado schreibersita, que es soluble en agua, donde se cree que se formó la vida.

Cuando un rayo cae en el suelo, puede crear rocas vidriosas llamadas fulguritas al sobrecalentar y a veces vaporizar la roca superficial, liberando el fósforo encerrado en su interior. Como resultado, estas fulguritas pueden contener schreibersita.

Los investigadores estimaron el número de relámpagos que se produjeron hace entre 4.500 millones y 3.500 millones de años, basándose en la composición atmosférica de la época, y calcularon la cantidad de schreibersita que podría producirse. El rango superior era de unos trillones de rayos y la formación de más de 1.000 millones de fulguritas anuales.

Los minerales de fósforo procedentes de los relámpagos superaron la cantidad procedente de los meteoritos hace unos 3.500 millones de años, aproximadamente la edad de los primeros fósiles conocidos, dijeron los investigadores.

“El impacto de los rayos, por tanto, puede haber sido una parte importante de la aparición de la vida en la Tierra”, dijo Benjamin Hess, autor principal del estudio publicado en la revista Nature Communications.

“A diferencia de los impactos de meteoritos, que disminuyen exponencialmente a lo largo del tiempo, los rayos pueden producirse a un ritmo sostenido a lo largo de la historia de un planeta”, explicó.

“Esto significa que los impactos de rayos también pueden ser un mecanismo muy importante para proporcionar el fósforo necesario para la aparición de la vida en otros planetas similares a la Tierra después de que los impactos de meteoritos se hayan vuelto raros”, añadió Hess.

Los investigadores examinaron una muestra de fulgurita inusualmente grande y prístina que se formó cuando un rayo cayó en el patio trasero de una casa en Glen Ellyn, Illinois, a las afueras de Chicago. Esta muestra ilustró que las fulguritas albergan cantidades significativas de schreibersita.

Entre los ingredientes que se consideran necesarios para la vida están el agua, el carbono, el hidrógeno, el nitrógeno, el oxígeno, el azufre y el fósforo, junto con una fuente de energía.

Reuters