Los científicos encuentran una “forma más precisa” de pronosticar los precios de las acciones

Los científicos encuentran una “forma más precisa” de pronosticar los precios de las acciones

Los comerciantes trabajan en el piso en la campana de apertura del Dow Industrial Average en la Bolsa de Nueva York el 18 de marzo de 2020 en Nueva York. – (Foto por Bryan R. Smith / AFP)

 

El seguimiento de la actividad cerebral de los inversores predice con precisión los precios de las acciones, han revelado científicos.

La actividad en las regiones del cerebro asociadas con la búsqueda de recompensas y la toma de riesgos puede predecir los cambios de precios en el mercado de valores con mayor precisión que las tendencias o inversiones anteriores, dicen los científicos.





Por Metro
Traducción libre de lapatilla.com

Pronosticar los precios de las acciones es muy difícil, ya que depende de las opciones de inversión de otras personas. Pero estudios recientes han encontrado que la actividad cerebral se puede utilizar para determinar qué elecciones es probable que tomen las personas como grupo.

Por ejemplo, ya se ha utilizado para predecir qué videos se volverán virales y si las campañas de crowdfunding tendrán éxito.

Ahora, los investigadores de la Universidad de Stanford en los Estados Unidos han descubierto que el “pronóstico neurológico” también se puede utilizar para ganarle al mercado de valores.

(ARCHIVOS) Esta foto de archivo tomada el 9 de marzo de 2020, con un efecto de zoom, muestra el CAC 40 entre los tickers bursátiles exhibidos en la sede de la bolsa paneuropea Euronext, en el distrito de La Defense, cerca de París. – El comercio de la bolsa de París se suspendió en la mañana del 19 de octubre de 2020, debido a un ‘problema técnico’, anunció Euronext. (Foto de ERIC PIERMONT / AFP)

 

La autora, la Dra. Mirre Stallen, explicó que “la inversión exitosa es un desafío, ya que los precios de las acciones son difíciles de pronosticar de manera consistente”.

“Sin embargo, la nueva evidencia sugiere no solo que la actividad cerebral afectiva anticipatoria no solo puede predecir la elección individual, sino que también puede predecir la elección agregada”, agregó Stallen.

Los investigadores llevaron a cabo un experimento en el que participaron 90 voluntarios con poca o ninguna experiencia en inversiones financieras. Se pidió a los participantes que examinaran las tendencias reales de los precios de las acciones de 2015 y decidieran si querían comprar o vender las acciones mostradas.

Por cada acción, los voluntarios recibieron 10 dólares, después de lo cual tomaron 10 decisiones de inversión consecutivas.

Si los voluntarios invirtieron y el precio de las acciones subió, su saldo se incrementó en 1.00 dólar.

Un comerciante trabaja en el piso de la Bolsa de Nueva York (NYSE) en Nueva York, EE. UU., 9 de marzo de 2020. REUTERS / Bryan R Smith

 

Mientras tomaban una decisión, los investigadores escanearon sus cerebros utilizando una máquina de imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI).

En particular, midieron la actividad en el núcleo accumbens y la ínsula anterior, áreas del cerebro involucradas en buscar recompensas y evitar riesgos. Según sus resultados, pudieron pronosticar cómo se comportaría una acción al día siguiente.

Si la actividad aumentaba en el Nucleus Accumbens, el precio de las acciones iba a subir. Pero si aumentaba en la ínsula anterior, se voltearía o cambiaría de dirección, encontraron los investigadores.

Imagen de archivo de un operador trabajando en la Bolsa de Valores de Nueva York, EEUU, Febrero 21, 2020. REUTERS/Andrew Kelly

 

La Dra. Stallen comenta que “encontramos que la actividad de Nucleus Accumbens pronosticaba la dirección del precio de las acciones, mientras que la actividad de la Insula Anterior pronosticaba las inflexiones del precio de las acciones. Es importante destacar que el comportamiento de elección del grupo no pudo pronosticar los precios de las acciones, lo que implica que los hallazgos no se pueden atribuir al aprendizaje a lo largo del tiempo ni a los historiales de precios de las acciones correlacionados”.

Las tendencias anteriores del mercado de valores y las propias opciones de inversión de los participantes no predijeron los cambios de precios.

Unas 2.938 empresas cotizan en la Bolsa de Valores de Londres, lo que la convierte en la bolsa de valores más grande de Europa y la tercera del mundo.

Stallen explica que “estos hallazgos desafían los supuestos tradicionales de eficiencia del mercado al implicar que los datos de neuroimagen pueden revelar información oculta capaz de presagiar la dinámica del precio de las acciones. Además, desafían las explicaciones teóricas tradicionales que implican que los elementos de elección no pueden informar los pronósticos financieros”.