Mineros ilegales habrían asesinado a un adolescente indígena en Bolívar

Mineros ilegales habrían asesinado a un adolescente indígena en Bolívar

Conflicto con mineros ilegales en Bolívar. Captura: Cortesía

 

 

Indígenas Pemón de la comunidad de San Luis de Morichal, en el estado Bolívar, denunciaron este domingo el asesinato del adolescente indígena Luis Mario Meya (17), a manos de presuntos mineros ilegales, que ocupan, desde enero, los territorios de esta comunidad indígena en la zona de “El Chivao”.





Por Provea.org

Luis Meya murió a consecuencia de un impacto de bala en la cabeza. De acuerdo al relato brindado por los testigos, al momento de su muerte se encontraba en la vivienda del Capitán indígena de la comunidad, Omar Meya. La víctima era parte del equipo de apoyo personal del líder de la comunidad y de la Guardia Territorial Indígena que fue establecida en el sector para frenar al avance de la minería ilegal.

También, hace dos semanas, el joven indígena pemón Cirilo Briceño (26), fue víctima de una fuerte golpiza, propinada presuntamente por miembros de estas agrupaciones, en medio de las tensiones provocadas por la ocupación ilegal de los territorios.

Emergencia para defender el territorio

En febrero pasado, la comunidad pemón de San Luis de Morichal se había declarado en emergencia debido a la ocupación de sus territorios por parte de mineros ilegales en áreas del rio Chicanan -una zona ubicada apenas a un kilometro de distancia del centro de la comunidad-. Los indígenas calificaron lo ocurrido como una “flagrante invasión y violación de los derechos originarios a las tierras comunitarias”.

En un comunicado, los pemones alertaron que la ocupación era una amenaza directa a sus territorios, modos y costumbres que “ha afectado a los niños y niñas de la comunidad, psicológica y emocionalmente”. Denunciaron la ocupación de sus tierras por parte de un numeroso grupo de mineros ilegales y actores armados en las minas Chiwao, Mochila, Pistón y Clarita de Uroy, situadas en las cuencas del río Chicanan, afluente del río Cuyuní, un enorme e importante cauce de agua en el que Nicolás Maduro autorizó la minería fluvial en abril pasado.

El domingo 21 de febrero, la comunidad acordó ejercer el derecho que le asiste de proteger el hábitat y tierras “ante la inminente amenaza de los invasores de iniciar las labores de minería en el sitio de El Chivao, tal como un grupo de ellos ya lo está haciendo en algunos puntos”.