Un video dramático filmado por un transeúnte captura el momento en que la policía saca a rastras de un complejo de oficinas en un suburbio de Los Ángeles al agresor acusado en el último tiroteo masivo .
Por New York Post
“Mira toda esa sangre”, se oye decir a la persona detrás de la cámara mientras se ve a un grupo de policías sacando al sospechoso del edificio de dos pisos en la ciudad de Orange, según el video de Facebook Live publicado por Newsweek .
Cuatro personas, incluido un niño, murieron y una quinta resultó gravemente herida en el alboroto, dijeron las autoridades la madrugada del jueves.
El pistolero resultó gravemente herido cuando los agentes lo confrontaron y luego fue trasladado a un hospital de la zona. No estaba claro si la policía le disparó o si su herida fue autoinfligida, dijeron las autoridades.
En el video de Facebook Live de casi una hora, el sospechoso yace inmóvil, lo que llevó al usuario a especular que el pistolero estaba muerto mientras los helicópteros sobrevuelan y se escuchan sirenas de fondo.
Cuando la policía respondió, todavía se estaban realizando disparos, dijo a los periodistas la teniente de policía Jennifer Amat.
Las identidades de las víctimas no se dieron a conocer de inmediato.
Amat dijo que se encontró un arma en la escena, pero no pudo decir qué tipo de arma de fuego era, en qué negocio se llevó a cabo específicamente el tiroteo o qué edad tenía la víctima infantil.
“La situación se ha estabilizado y no hay ninguna amenaza para el público”, dijo el Departamento de Policía de Orange en una publicación en su página de Facebook.
Las autoridades dijeron que se dará a conocer más información en una conferencia de prensa a las 10 am, hora local.
El incidente se produce después de otros dos tiroteos masivos de alto perfil este mes que desencadenaron un renovado debate sobre las medidas de control de armas en la nación.
El 22 de marzo, 10 personas murieron en un tiroteo en una tienda de comestibles en Boulder , Colorado, menos de una semana después de que un hombre disparó y mató a ocho personas, incluidas seis mujeres de ascendencia asiática , en spas en Atlanta, Georgia.