El Tiempo: Los correos, santeras y negocios del caso Alex Saab

 

 





Cabo Verde está a punto de definir si el señalado testaferro de Nicolás Maduro y, en medio de la tensión judicial y política del caso, el periodista investigativo Gerardo Reyes publicó su libro: Álex Saab. La verdad.

Por EL TIEMPO

Reyes, jefe de investigaciones de Univisión Noticias y ganador de varios premios, recoge episodio inéditos de los negocios de Saab con el régimen venezolano, correos que prueban hasta dónde fueron sus nexos con la exsenadora Piedad Córdoba y sus intentos por negociar con Estados Unidos antes de ser capturado en Cabo Verde.

Reyes habló con El Tiempo sobre el caso Saab.

¿Quién es realmente Alex Saab para el régimen de Maduro?

Un empresario clave para la supervivencia de un régimen que le faltaba de todo. Se convirtió en un chacal financiero, un operador, un superministro. Si falta leche, lo llama; si falta gasolina, que eso lo solucionaba Saab; que hay que vender oro, pues que se vaya en los aviones a Turquía. Un tipo clave en esa improvisación y caos que vive Venezuela para subsistir día a día.

Hasta ahí, todo parece legal. ¿Encontró algo que indique que Saab conoce acuerdos por debajo de la mesa con Irán, Turquía, incluso con Rusia y sobre la presencia de Hezbolá en Venezuela?

Primero, hay que anotar que esto no lo hace por filantropía, no era un aporte gratuito a la revolución: sacaba tajada de esto y eso explica que el tipo, en menos de 10 años, que sale quebrado de Barranquilla, termine con una flota de seis aviones y casas en Francia, Colombia e Italia. Pero el indicio de lo que sabe, él mismo lo ha indicado. Alguien que me dijo que él mandó un emisario a ofrecer información precisamente que le interesa a Estados Unidos sobre las relaciones de Irán con Venezuela. No sé qué, pero es uno de esos indicadores de lo que él sabe. La otra novedad que quise aportar en el libro fue que antes del arresto, pues él también había ofrecido información y más que todo información, explicaciones sobre lo que él hacía.

¿Qué información ofreció en ese momento, que llevó a Maduro a intentar liberarlo tras su captura y hasta a nombrarlo embajador?

Inicialmente estaba convencido de su inocencia, según me dicen las fuentes. Y llegó incluso a convencer a sus abogados, tanto a Rick Díaz como a Abelardo de la Espriella, de que podía probar que todos los ingresos que recibió no fueron producto de importaciones ficticias. En ese momento no estaba ofreciendo información, pero el gobierno de Estados Unidos sabía que, si llegaba a un acuerdo, debía hablar de detalles que podrían interesarle al gobierno. Tanto así que la CIA comenzó a interesarse. Pero la primera vez que el fiscal del caso se iba a reunir con Saab, ni Díaz, ni De La Espriella llegaron y el fiscal salió furioso, pensando que Saab era un mentiroso. Esto es especulativo, pero él decidió no entregarse a pesar de que habría entregado un dinero, por temor a que el gobierno de Venezuela les hicieran daño a él o a sus hijos.

Parte de la familia de Saab está ahora en Moscú. ¿Cree que haya un segundo intento de negociación?

Creo que sí. Cuando se trae a este país a una persona de esa importancia es un poco despiadado. Los meten en una celda de castigo a pesar de que no han violado ninguna ley carcelaria, los dejan 24 horas sin comunicación, los sacan una hora a caminar, para quebrarlos emocionalmente… Y las personas que van a juicio, tienen 95% de posibilidades de perderlo.

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