Aburrida, repetitiva y no pocas veces al influjo de la mediocridad que desde hace tanto tiempo nos rige y nos gobierna… a veces provoca tocar temas trascendentes y no me refiero a la Beatificación de nuestro Santo popular.
Son temas para que los desarrollen quienes se sienten con autoridad… luego de consultar con quienes piensan que les pueden ayudar… pero… eso sería pedirle peras al horno como dijo uno de estos patricios ahora dedicado a “administrar” lo que resta de Monómeros.
Y no solo a Rosales le cae esta capuchina porque en tal categoría de dirigentes incapaces de señalar algo útil a los dirigidos… cae prácticamente todo ente opositor… esté dentro o fuera del país. Sea miembro del G4 o de cualquiera de los 40 partidetes empeñados en profundizar el atolladero que vive el venezolano silvestre… que somos todos.
Y en cuanto al gobierno… porque sobran ignaros que reclamen mi libertad e independencia… amenazando si no escribo “contra Maduro”… como si uno hiciera falta después de 20 años de haber encendido la primera mecha… o cómo si eso cambiara algo.
Un gobierno como el que tenemos y no hay otro… a pesar de estar lleno de bandidos que sueñan con ocultar sus robos en la Florida yanqui… se sabe protegido con sus mentiras históricas y la pátina que siempre otorga denominarse “socialista”… en un país estatista de ADN y donde a muchos les daría pena declararse “de derecha” o simplemente “pro mercado”.
A sabiendas de ello y conteste que ni la casta politiquera… la económica que sigue ordeñando al estado… o la moral dedicada a quien sabe qué… no van a participar en temas trascendentes… uno se atreve.
¿Cuál es el devenir histórico de Venezuela?
¿Cuáles son los peligros que corre una nacionalidad que tras 2 siglos aún no cuaja?
Bien y poco a poco porque no sobra espacio: el territorio que heredamos de la Independencia y Colonia… nunca fue un todo unitario.
A la llegada de los españoles no existía un imperio indígena y salvo las estribaciones del grupo Chibcha –de origen colombiano diríamos- el resto del territorio era coto de caza de los Caribes en la costa porque ni guajiros ni otras etnias controlaban este territorio.
Cuando pasamos a ser Capitanía General el reino español sabía que aquí ni había mucho oro… ni muchos indígenas…y procedió a repartir los territorios que soñaba para el futuro la oligarquía del virreinato de Santa Fe de Bogotá. Ojo.
¡Ese territorio según se observa lo podemos perder en parte toda vez que desde la oposición –y no es la primera vez que esto ocurre- hay quienes piden invasiones extranjeras que según sueñan estos anti patriotas… los llevarían al poder…. gratis!
El gobierno poco hace para aclarar el punto… y la oposición… incapaz de poner orden… tampoco.
Pero hay otro punto porque la religión a fin de cuentas siempre ha unificado sociedades en determinado territorio: punto inexistente en Venezuela cuando uno observa que las escuelas católicas no enseñan ni los valores cristianos de la paz… ni cómo defender ese desiderátum.
Curas los hay rojos y azules… ninguno apoya un tema que es vital para nuestro devenir como lo es el territorio. Y el resto de las nuevas religiones… muchas veces se comportan como si fuesen competencia del Coqui.
En economía es peor la situación: gobierno y oposición coinciden en el error fatal de seguir sembrando en el venezolano… que nuestro país es rico.
Y que el problema estriba en que los chavistas todo se lo roban… o que la oposición apoya el bloqueo –lo cual es cierto- porque piensan que aquí sobran los recursos.
He tratado estos temas a la carrera y cómo patriótica introducción: no pretendo que se una a esta visión ni gente organizada del gobierno… ni de la oposición.
Solo pretendo abrir una brecha necesaria… en medio de tanta estupidez que irresponsablemente nos puede llevar a perder un territorio que nos cayó del cielo… y no me refiero al que une Bolivia con Venezuela.
¡Esos territorios jamás podrían haber sido venezolanos cuando ni las tropas del Libertador sabían muchas veces dónde estaban… y sus lugartenientes… hartos de la guerra y su pobreza asociada… muchas veces solo tenían espacio para pensar… en lo que heredarían… una vez terminada la conflagración.
Y así fue con 3 generales venezolanos que heredaron al más grande: Páez, Flores y Santander… sin saber hacia dónde podían enrumbar esos territorios.