Le dieron una pista y la siguió: Así un granjero encontró un tanque de guerra enterrado en un campo

El Buffalo era un tanque americano anfibio, usado para trabajos en zonas inundadas

 

 

Nada menos que un Buffalo LVT-4, un enorme tanque de la Segunda Guerra Mundial, fue encontrado enterrado por un agricultor británico tras permanecer oculto por más de 70 años bajo una gran capa de tierra en un campo del condado inglés de Lincolnshire.





Por: Clarín

El vehículo militar había desaparecido mientras prestaba servicio durante unas fuertes inundaciones en el pueblo de Crowland, en 1947. Una flota de 16 tanques acudió en ese entonces para construir una represa temporal, pero cuando el sistema se puso en marcha, cinco de ellos fueron arrastrados por el agua.

Durante los últimos tres años, el granjero Daniel Abbott, de 41, analizó registros y exploró la zona tratando de averiguar la ubicación de dos de los vehículos siniestrados, hasta que finalmente dio con el paradero de uno de ellos en base a una pista brindada por un lugareño.

El enorme vehículo anfibio quedó enterrado a unos nueve metros de profundidad y ya ha sido excavado por un equipo de voluntarios.

El tanque militar Buffalo pesa 20 toneladas y estuvo bajo tierra durante 74 años, sin embargo su estado de conservación es muy bueno a pasar de su entorno de turba y arcilla.

Abbott, presidente a su vez de Crowland Buffalo LVT, una agrupación que se dedica a homenajear a esos tanque que tanto hicieron por la comunidad local, dijo que su equipo tuvo que realizar “muchas excavaciones a mano”, además de utilizar una máquina especial para drenajes para poder hallar el vehículo.

“Estamos contentos de haber logrado desenterrarlo antes de la conmemoración del 75 aniversario de las inundaciones. El vehículo está bien y queremos dejarlo presentable para exponerlo a nuestros vecinos”, dijo Abbot.

Una máquina táctica de guerra

El Buffalo fue un vehículo de transporte de cargas estadounidense diseñado originalmente para llevar solamente pertrechos hasta las costas de desembarco.

Sin embargo, pronto se convirtió en un vehículo de asalto que llevaba tropas a tierra durante las operaciones anfibias. El tanque fue diseñado por el ingeniero Donald Roebling, quien adaptó a la bestia para que pudiera ser utilizado por la Armada y el Cuerpo de Marines durante la Segunda Guerra Mundial.

El LVT4 podía proteger a los hombres en el interior con su construcción blindada y su rampa trasera también permitía a los soldados hacer una salida rápida cuando se enfrentaban al fuego enemigo de frente.

Los marines estadounidenses los utilizaron en muchas operaciones en el Pacífico contra las fuerzas japonesas. En Europa, el ejército inglés dispuso de 600 LVT4 para cruzar el río Rhin en 1945 armados con cañones de 20 milímetros y ametralladoras, durante al ataque final a la Alemania nazi.

Tras la finalización de la Segunda Guerra, el Buffalo siguió siendo utilizado en la Guerra de Corea y los Royal Marines también los emplearon en Birmania y Malasia, y en la desafortunada crisis de Suez de 1956.