Plus Ultra: Las sombras sobrevuelan su rescate

Plus Ultra: Las sombras sobrevuelan su rescate

Antonio López-Istúriz White, secretario general del Partido Popular Europeo.

 

Llevo muchos años siguiendo con interés el sector de la aviación. Por ello, fue una sorpresa para mí conocer el rescate de la aerolínea Plus Ultra por el Gobierno alegando una supuesta posición estratégica. Asombro compartido con expertos del ámbito aéreo. Y por varios motivos.

Por elespanol.com





Plus Ultra es una compañía cuya flota, ruta y número de pasajeros anuales representan cifras insignificantes frente a otras aerolíneas españolas. Actualmente, sólo cuenta con un avión. Plus Ultra cubre tres rutas, entre ellas Madrid-Caracas, y ocupaba, antes de la pandemia, el puesto 166 en el ranking de tráfico aéreo en España, con el 0,1% de pasajeros.

Se trata de una empresa que ya acumulaba pérdidas previas a la aparición de la Covid-19. Por ello, es incomprensible que se le concedan 53 millones del Fondo de Apoyo a la Solvencia de las Empresas Estratégicas. Fondo dirigido a ayudar a empresas cuyas dificultades derivan de la situación provocada por la pandemia.

Tampoco es ningún secreto para el sector aéreo que el tipo de avión que usa esta aerolínea (relevante y estratégica según la ministra María Jesús Montero) está desfasado. Se trata del modelo A340, un modelo de éxito en los años 90, pero hoy en día obsoleto. Entre otras causas, por su alto consumo.

Difícilmente se podrá explicar en Europa que se esté ayudando a una empresa de dudosa sostenibilidad medioambiental

Tanto es así que empresas como Iberia ya los han reemplazado por los más modernos y ecológicos A330 y A350. Difícilmente se podrá explicar en Europa que se esté ayudando a una empresa de dudosa sostenibilidad medioambiental cuando la UE abandera la lucha contra el cambio climático y los recortes de emisiones de CO2, y cuando apuesta de manera decidida por una Europa verde en todas sus políticas, siendo este uno de los ejes principales de los fondos europeos de recuperación.

Será difícil explicar también en la Unión Europea, así como a nuestros socios europeos, que nuestro país, uno de los que ostentan peores indicadores económicos y previsiones futuras de toda la UE, emplea dinero público para rescatar a empresas ligadas a la dictadura de Nicolás Maduro. Un régimen no reconocido por la UE y al que se ha impuesto sanciones, como se han impuesto a miembros del chavismo entre los que se encuentra Delcy Rodríguez. Recordemos que el régimen de Maduro ha expulsado recientemente del país a la embajadora de la UE.

Y ahora hay informaciones que apuntan, también, a que la compañía Plus Ultra trabaja en favor del régimen cubano.

Por cuestiones éticas y morales (además de por el posible incurrimiento en delito), pero también por los intereses de España y los españoles, no nos podemos permitir ninguna sombra de duda sobre cómo empleamos el dinero público. Y este rescate, cuyas supuestas irregularidades ya está investigando la Justicia, sienta un mal precedente ante la llegada de los fondos europeos que España necesita desesperadamente.

El ministro de Fomento todavía no ha dado explicaciones creíbles sobre su reunión en Barajas con Delcy Rodríguez

Ante esto, cabe esperar una vigilancia más exhaustiva de Bruselas. Algo que, por una parte, viene bien para controlar las tentaciones del Gobierno español. Pero que, por otra parte, empaña la imagen y la credibilidad de nuestro país.

Y ante las declaraciones de Pedro Sánchez defendiendo el expediente de ayuda a Plus Ultra, sólo cabe preguntarse qué valor tiene su palabra, capaz de decir una cosa y la contraria en un breve intervalo de tiempo. Hay que recordar que su ministro de Fomento todavía no ha dado explicaciones creíbles sobre su reunión en Barajas con la número dos de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez

Y es que ese dinero hubiera podido emplearse en rescatar a otras empresas golpeadas por la pandemia. Empresas que pueden estar ahora abocadas a desaparecer.

La justicia dirimirá este asunto. Pero la imagen del Gobierno de España ha quedado, una vez más, en entredicho.