Embargo al diario El Nacional suscitó el rechazo internacional

Embargo al diario El Nacional suscitó el rechazo internacional

Última edición del diario venezolano El Nacional de diciembre de 2018, en Caracas. Imagen del 15 de mayo de 2021. [Foto: VOA/Álvaro Algarra]

 

Funcionarios del Gobierno de Estados Unidos, así como de organizaciones en favor de la labor periodística, expresaron su rechazo tras conocerse el embargo, el viernes, de la sede del histórico periódico venezolano El Nacional.

Por Antoni Belchi | Voz de América





De esta manera, el repudio de la toma de la sede del medio no fue solo nacional. El embajador de EE.UU. para Venezuela, James Story, aseguró que la medida no era contra unas instalaciones, “sino contra la libertad de prensa”.

“Este acto violatorio cae toda la responsabilidad del régimen. No pueden haber elecciones libres y justas en Venezuela sin libertad de expresión”, apuntó en una publicación de Twitter, de la que se hicieron eco otros altos funcionarios del Departamento de Estado.

Por otro lado, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ha expresado su “absoluto rechazo” a la ejecución del embargo de la sede del diario El Nacional en Venezuela y subrayó que la medida “quedará en la historia de este siglo como uno de los más grandes atropellos contra la libertad de prensa en las Américas”.

El presidente de la SIP, Jorge Canahuati, a través de un escrito al que ha tenido acceso la Voz de América considera que la decisión judicial es el claro ejemplo de un “embargo político” y lamentó las palabras formuladas por el segundo hombre del chavismo, Diosdado Cabello, que celebró este fallo como una victoria del gobierno de Venezuela.

“Es evidente de que estamos frente a un embargo de carácter político para terminar de censurar una de las pocas voces independientes que quedan en el país”, recalcó Canahuati.

Llamado a la comunidad internacional

Con todo, el máximo representante de este organismo, encargado de velar por la libertad de prensa y expresión en el continente americano, hizo un llamado a la comunidad internacional para dar una respuesta común y repudiar lo que considera un acto de censura por parte del Palacio de Miraflores.

“Es hora de que la comunidad internacional deje de mirar para otro lado y entienda que sin periodismo independiente hay poca esperanza de recuperar la democracia” dijo Canahuati recalcando que “ningún gobierno ni entidad intergubernamental internacional puede quedar callada ante este abuso contra la democracia”.

Hace unas semanas, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ratificó la condena al diario “El Nacional” a pagar 13 millones de dólares al diputado y número dos del partido del gobierno, Diosdado Cabello, como indemnización por “daño moral”.

La corte, que no está reconocida por los miembros de la oposición ni por la mayoría de los países de la comunidad internacional, obliga a los responsables del rotativo a depositar esa millonaria cifra como medida compensatoria por los perjuicios ocasionados.

Los antecedentes

Los hechos se remontan a agosto de 2015, cuando El Nacional se hizo eco de una información publicada en el diario español ABC indicando que Cabello, actual número dos del oficialismo, estaba siendo investigado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos por supuestos nexos con el narcotráfico.

La investigación finalmente fue confirmada años más tarde, después de que la justicia norteamericana imputara a Cabello por narcotráfico, lavado de dinero y apoyo al terrorismo. Actualmente se ofrecen 10 millones de dólares por su captura.

En 2018, un tribunal de Caracas ordenó el pagó de 1.000.000.000 bolívares, unos 12.500 dólares al cambio, como indemnización. En ese momento, Pedro Carreño, que ocupaba un puesto en la Asamblea Nacional Constituyente, el órgano reconocido únicamente por el chavismo, avisó que si no se cumplía con el fallo se llevaría a cabo una “medida de aseguramiento” a través de la confiscación de los bienes inmuebles del popular medio de comunicación.

Cabello, en esa línea, también sostuvo en varias ocasiones que él sería el próximo dueño del rotativo y que convertiría las instalaciones de la sede principal en una universidad.

“El Nacional tiene un edificio sede extraordinario para una universidad. Apenas tenga la sentencia, me dicen dónde firmar para entregar el edificio para la Universidad Internacional de la Comunicación que anunció nuestro presidente Nicolás Maduro”, manifestó con sorna.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, en entrevista con la Voz de América aseguró que está decisión se “está viendo con enorme preocupación” a pesar de que era una ejecución previsible debido a las presiones ejercidas por el gobierno de Maduro a las instituciones del país.

“Ya advertimos que esa decisión no solo era un intento de silenciar a El Nacional, sino que era también un intento de terminar con los últimos atisbos de libertad de prensa que hay en el país caribeño” declaró.

Hoy la prensa, mañana sobre el resto de poderes

En esa línea, advirtió que “si se avanza sobre la prensa, también se avanzará contra los últimos vestigios que queda de institucionalidad, de democracia, de sistema republicano y de control de poderes”.

“Me parece que es un hecho extremadamente preocupante y que merece una rápida respuesta tanto de las organizaciones internacionales defensoras de derechos humanos y de libertad de prensa, como de organismos internacionales y de los propios países de la región”, insistió.

A pesar de que la libertad de prensa, a su juicio, cada vez está más cercada en Venezuela, Jornet pidió a los periodistas independientes que no cesen su labor para denunciar las acciones perpetradas por el chavismo contra la libertad de expresión con el objetivo de que “retorne la democracia, la institucionalidad y la posibilidad de expresarse libremente”.

“Les pedimos que en la medida de lo posible que no bajen los brazos, que sigan haciendo periodismo que es lo que necesita Venezuela en estos momentos”, dijo en declaraciones a la VOA al tiempo que lamentaba que “es un momento especialmente difícil para el periodismo venezolano”.

Diálogo prácticamente nulo

A pesar de que la Sociedad Interamericana de Prensa cuenta con un vicepresidente regional en Venezuela, la posibilidad de diálogo con el Palacio de Miraflores “es prácticamente nula”, de manera que se hace muy difícil poder abordar esta situación de la prensa venezolana con las altas instancias del chavismo.

“Es muy difícil, hace mucho tiempo que no logramos tener un contacto directo con funcionarios del régimen porque ellos entienden que todo aquel que intente mantener una atisbo de libertad de prensa va en contra de su posibilidades de mantenerse en el poder”, concluyó.