Semana: La historia secreta de la violenta toma de Cali

Portada 2035 – Foto: SEMANA

 

 

 





El 28 de abril, todo parecía normal en Cali en medio de una masiva jornada de protesta pacífica. Sin embargo, de forma paralela, se empezó a ejecutar el plan criminal de las disidencias de las Farc y las milicias urbanas del ELN: la violenta toma de la capital del Valle del Cauca.

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Dos semanas después, en un hecho sin antecedentes en la historia del país, la tercera ciudad de Colombia, con más de 2 millones de habitantes, sigue literalmente en jaque.

La primera fase de la toma consistió en una oleada de vandalismo, que azotó a la ciudad en diferentes puntos con quema de oficinas públicas, bancos, destrucción del sistema de transporte masivo MIO, saqueo de locales comerciales y fuertes enfrentamientos entre encapuchados y agentes del Esmad.

La violencia fue tal que el alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina, se vio obligado a decretar un toque de queda urgente después del mediodía de ese miércoles 28 de abril. Los ciudadanos, aterrorizados, se resguardaron en sus viviendas. Y, en las horas siguientes, se divulgaron centenares de videos en las redes sociales, grabados en los desmanes o desde las ventanas de las casas.

Todo era, particularmente, violento, y fue más allá del habitual ataque con piedras de vándalos a la fuerza pública, de gases lacrimógenos y desórdenes. ¿Qué fue lo que sucedió realmente? Sin que nadie lo hubiese al menos sospechado, la toma de Cali había empezado.

SEMANA tuvo acceso a un dosier de interceptaciones telefónicas e información de inteligencia que dejan al descubierto cómo se organizó el bloqueo a la ciudad y quiénes estuvieron detrás. Los investigadores poseen un informe reservado que revela como las disidencias de las Farc, el ELN y grupos barriales y pandillas, convertidos en “determinadores de los puntos de resistencia”, es decir, de los bloqueos, se instalaron estratégicamente en cuatro sitios de Cali: en el Paso del Comercio (para cerrar la vía a Palmira y al aeropuerto), en Calipso (para bloquear el oriente) y en Puerto Rellena y Meléndez (para impedir la salida al Cauca).

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