José Gato Briceño: Diligencias sin fin ¿táctica o salvación?

José Gato Briceño: Diligencias sin fin ¿táctica o salvación?

José “Gato” Briceño @josegbricenot

Nada ha cambiado en la cúpula del narcorégimen que gobierna a Venezuela o más bien puedo decir certeramente que si algo cambia en esa pocilga de delincuentes es siempre para mal de los venezolanos. Eso es una verdad sin discusión, cualquier decisión que tomen lleva un alto porcentaje de odio y crueldad contra nuestra gente porque el fin principal del comunismo, su doctrina madre, es someter a la población para luego soltarles “dádivas” y que no tengan fuerzas para oponerse a su autoritarismo.

Se ha comprobado sobradamente que su conducta o naturaleza está signada por ser crueles asesinos, resentidos, irrespetuosos de las instituciones internacionales , los derechos humanos y por encima de todo, su objetivo es mantenerse en el poder sin importar lo que haya que hacer para lograrlo, por eso usan todas las tácticas para ganar tiempo. No me convencen sus intenciones de acercamiento en busca de acuerdo porque malandro o delincuente jamás cumple su palabra. A los hechos me remito.

En este contexto de intentos por salir del régimen y digamos que buscando opciones de rescatar nuestra soberanía y democracia, Juan Guaidó, cómo presidente interino acaba de hacer a todos los venezolanos, una propuesta denominada *Acuerdo de Salvación Nacional* y considero que debemos analizarla, nos guste o no para poder opinar.





El primer y garrafal error que cometió Guaidó fue utilizar a Freddy Guevara como puente para dialogar con el sindicalista del PSUV Francisco Torrealba, persona que no tiene ningún peso dentro de la cúpula criminal, obviamente se la puso fácil a Maduro para que le cayera a palos y arrancando este nuevo intento de diálogo, cómo es costumbre, descalificar a todo el que represente a la oposición.

Tenemos que entender con mucha madurez política que nuestro principal apoyo es la comunidad internacional y su principal exigencia es la negociación o diálogo para continuar apoyándonos, indistintamente de las trece oportunidades anteriores en las cuales no se llegó a ningún acuerdo y los malandros del narcoregimen las utilizaron para ganar tiempo, pero tengo que destacar que las actuales circunstancias son abismalmente distintas.

El primer avance de cómo lo veo, es que Maduro aceptó, a regañadientes, sentarse a negociar porque quedó claro que la oposición escogida por Maduro a su medida (la mesita, alacranes, Capriles/Stalin) sufrió un gran revés de parte de la comunidad internacional porque simplemente no son reconocidos como los interlocutores válidos de la oposición y con ellos no lograrían acuerdos sostenibles ni aliviar las sanciones.

El cataclismo institucional que está viviendo el país, el aparato productivo destrozado, igualmente la principal industria PDVSA, sin combustibles, ya no tienen para seguir subsidiando la burocracia parasitaria creada por excesivo populismo, las bandas criminales y terroristas tienen control de grandes barrios de las ciudades por su gran poder de armamento, sectores bautizados por ellos como zonas de paz, los estados fronterizos están ocupados por la guerrilla y sus disidencias, el descontento dentro de las Fuerzas Armadas sigue en aumento, agudizado por la masacre y humillación que les ocasionó la guerrilla, hay rebelión dentro del PSUV por cuotas de poder, siguen avanzando las averiguaciones ante la Corte Penal Internacional, el estrangulamiento financiero producto de las sanciones es más que evidente y en consecuencia tienen un gran ejército haciendo lobby para que les quiten las sanciones o al menos les permitan una flexibilización, ya que tienen cerrado todo acceso a recursos internacionales, la ley antibloqueo no les funcionó y con seis meses promulgada, la conflictividad social va en aumento, no hay para más bonos y regalías, el salario mínimo llega a dos dólares mensuales, ofrecieron 10 millones de vacunas para el primer trimestre del año y no han podido cumplir, el pueblo sigue padeciendo las vicisitudes del comunismo, sin servicios de salud regulares, el Covid19 diezmando la población, sin asomo de acción de vacunación masiva.

Todo esto y más hizo que sin haber pasado 24 horas Maduro aceptó sentarse con Guaidó, a lo que -como siempre- salió Diosdado Cabello afirmando que el chavismo descarta de plano cualquier adelanto de elecciones presidenciales. Cito textualmente su verborrea hipócrita, pues pica adelante con estas advertencias para que sus seguidores comprados no crean que está rodilla en tierra negociando con la oposición: “a mis hermanos chavistas les digo: nosotros no vamos a negociar nada que vaya en contra de la revolución bolivariana. Y la Constitución dice que las próximas elecciones presidenciales son en el 2024. Los principios no se negocian”, así lo ratificó en su bodrio televisivo semanal.

La Comunidad Europea, gobierno de Noruega y grupo de Contacto serán los mediadores y opino que sin ver mucho horizonte despejado con esas negociaciones, la peor diligencia es la que no se hace. Esto conllevará a que dichos mediadores y el mundo puedan comprobar o convencerse de una vez por todas, de la índole, calaña de irrespeto e incumplimiento de esos narcobandoleros y hagamos otro plan que ya no incluya diálogos ni negociaciones para terminar con el sufrimiento de un país entero.

Los Estados Unidos de Norteamérica tienen una gran papa caliente en sus manos y en nuestra tierra, lo que ellos han llamado su patio trasero, serán determinantes en éstos próximos meses, de ello dependerá su paz y tranquilidad ya que el narcocomunismo sigue avanzando sin pausa hasta penetrarla más de lo que ya han hecho con la droga.

Reflexiono desde la cárcel del exilio y pienso que si suavizan las sanciones terminaríamos de perder el país, en Perú existe la posibilidad que gane otro Maduro, en Brasil los sectores descontentos con el radical gobierno de Bolsonaro probablemente lleven de vuelta a Lula Da Silva al poder y en Colombia para las elecciones presidenciales del próximo año, según todas las encuestas dan como ganador a Gustavo Petro, ex guerrillero, narcoterrorista que asaltó el Palacio de Justicia de Colombia y asesinó a sus magistrados. Amanecerá y veremos. Los pueblos se olvidan, quieren probar de nuevo la medicina amarga de las carencias y la pérdida de libertades.

Pero mientras existamos quienes los adversamos no pararemos de denunciar y contar a las próximas generaciones lo nefasto y destructivo que es el comunismo, destrucción y miseria a los gobernados y opulencia y poder ilimitado para los que gobiernan.

Callado nunca, siempre despierto ante la injusticia de ver a mi gente sufrir, lo digo y repito con lo que me queda LA PLUMA Y LA PALABRA

José Gregorio “El Gato” Briceño Torrealba
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Fuente: http://gatobriceno.blogspot.com/2021/05/diligencias-sin-fin-tactica-o-salvacion.html