Se encienden las alarmas tras la muerte de un hombre a manos de oficiales en una cárcel de EEUU

Se encienden las alarmas tras la muerte de un hombre a manos de oficiales en una cárcel de EEUU

Captura de pantalla. Marshall County Jail

 

El 6 de mayo de 2020, en la cárcel del condado de Marshall (Tennessee), un preso murió asfixiado bajo el peso de oficiales, después de haberles dicho varias veces que “no podía respirar”.

Por RT 





Ahora, una investigación realizada por NewsChannel 5 ha puesto el caso en el ojo público y está haciendo saltar las alarmas.

William Jannette, la víctima, de 48 años, fue arrestado el 4 de mayo bajo cargos de resistencia a la autoridad, intoxicación pública y exposición indecente. Un día después, los carceleros lo tuvieron que atar a una silla por su propia seguridad, ya que se estaba golpeando la cabeza contra la pared de la celda. Sin embargo, el 6 de mayo intentaron hacerlo de nuevo y la situación se salió de control.

En un video obtenido por NewsChannel 5 se puede ver que tres guardias pidieron refuerzos a la Policía, pues Jannette se negaba a sentarse en la silla. Cuando el oficial de policía Christopher Stallings entró en la celda, Jennette gritó que los carceleros estaban intentando matarlo. Luego, lo redujeron hasta que quedó bocabajo en el suelo, lo esposaron y comenzaron a ejercer presión sobre su espalda. Cuando Jennette dijo por primera vez que no podía respirar, una carcelera le respondió que “no debería poder respirar” y después procedió a llamarlo “maldito estúpido”.

El forcejeo continuó y otro carcelero advirtió a sus compañeros que tuvieran cuidado de no asfixiar a Jennette, a lo que un tercero contestó que “por ese motivo no estaba encima de sus pulmones, para dejarlo respirar”. Sin embargo, su argumento no impidió que Jannette acabara perdiendo la vida.

“Eso me rompe el corazón, porque era alguien a quien valía la pena conocer”, dijo una de las hijas de la víctima, Dominique Jennette, que ha presentado una demanda contra el condado, la ciudad de Lewisburg y varios oficiales por la “paliza, asfixia y consecuente muerte” de su padre.

Todo lo que quería era ayuda y todo lo que recibió fue odio. No está bien”, señaló otra hija, Calli Jennette.

Por su parte, Seth Stoughton, profesor de Derecho y exoficial de policía, subrayó que los agentes hicieron “exactamente lo contrario” de lo que establece el entrenamiento que las fuerzas policiales han recibido durante los últimos 25 años.

“Deberían haber girado al sujeto de lado tras ponerle las esposas”, explicó Stoughton. “Los agentes lo mantuvieron en esa posición durante un período aproximado de 3 minutos y 43 segundos luego de haberlo esposado. Es inaceptable”.

Tras la autopsia, se determinó que la causa de la muerte de Jennette fue “intoxicación aguda por drogas combinadas” con metanfetamina en su sistema, además de asfixia como un factor contribuyente, por lo que fue calificada como homicidio. Sin embargo, un gran jurado examinó el caso y decidió no presentar cargos penales contra los oficiales.