Roban rosarios de oro de María I de Escocia en asalto al castillo

Roban rosarios de oro de María I de Escocia en asalto al castillo

Imagen de archivo de una máscara mortuoria de cera de María I de Escocia hecha en 1587 después de su ejecución es exhibida en la casa de subastas Lyon and Turnbull en Edinburgo, Escocia. 1 de agosto, 2006. REUTERS/David Moir/Archivo

 

Los rosarios de oro que María I, reina de Escocia, llevó a su ejecución en 1587 se encuentran entre los tesoros históricos robados en un asalto a un castillo del sur de Inglaterra, valorados en más de un millón de libras (1,4 millones de dólares).

María, católica romana, fue expulsada del trono escocés y luego encarcelada, acusada de traición y ejecutada por orden de su prima protestante Isabel I de Inglaterra, en una serie de acontecimientos que se han mantenido en el imaginario británico.





Varias copas de la coronación, así como objetos de oro y plata, se encontraban también entre el botín de una vitrina del castillo de Arundel, en el condado de West Sussex.

El personal fue alertado del robo el viernes por la noche y la policía llegó en cuestión de minutos. Los agentes están examinando un coche 4×4 abandonado que fue descubierto en llamas poco después del robo.

La policía de Sussex dijo que el rosario tenía poco valor como metal, pero era “irreemplazable” como parte del patrimonio de la nación.

“Se han robado varios objetos de gran importancia histórica”, dijo la policía en un comunicado.

María fue brevemente reina de Francia. Más tarde fue expulsada de Escocia por aristócratas rebeldes y huyó al sur en 1568 a la edad de 25 años, arrojándose a la merced de su prima Isabel.

Pero como muchos católicos de toda Europa estaban convencidos de que ella tenía más derecho al trono inglés que la protestante Isabel, María fue una visitante no deseada.

Fue confinada en varios castillos y prisiones inglesas, declarada culpable de conspirar contra la reina, condenada a muerte por traición con cargos que negó y finalmente fue decapitada.

Andrew Griffith, el diputado que representa la zona donde se encuentra el castillo de Arundel, dijo: “Toda la nación se une a nuestra tristeza esta mañana. El robo de estos artefactos irreemplazables que nos conectan con nuestra historia compartida es un crimen contra todos nosotros”. Reuters