Juan Carlos Buitrago Arias: La Inteligencia Estratégica en época de crisis

Juan Carlos Buitrago Arias: La Inteligencia Estratégica en época de crisis

Juan Carlos Buitrago Arias

 

El 21 de noviembre de 2019, marcó un punto de ruptura para la Inteligencia Estratégica del país. Hasta ese día, las prioridades en la agenda de seguridad y defensa nacional, se enmarcaban en la meta de reducción de los cultivos ilícitos y en los resultados de la Inteligencia Operacional sobre objetivos de alto valor de estructuras terroristas y del crimen organizado. Venezuela, Iván Márquez y Santrich, continuaban en el foco del cerco diplomático; la JEP, la implementación de los acuerdos de La Habana y el asesinato de líderes sociales, ocupaban las primeras páginas de la polarización y las tensiones políticas, sociales e internacionales. Y es en este punto, el del 21N, según los prospectivistas, donde la Inteligencia Estratégica Nacional, debió haber hecho la tarea de construir el escenario de futuro que visualizaría el presente que estamos afrontando: la protesta social y vandálica más compleja de la historia reciente del país, que tiene al 92 % de los colombianos con la convicción de que la inseguridad está empeorando, y que ubica al presidente de la República en el 76 % de desfavorabilidad la más alta de un gobernante en las últimas décadas.

Por las2orillas.co





Los pronósticos de la Inteligencia Estratégica, siguiendo la raíz latina prospicere, mirar más allá, probablemente advirtió este período de turbulencia social, que estaría caracterizado por una masiva y prolongada movilización en la calles, acompañada de un vandalismo sin precedentes, con diversidad de sectores tradicionales, radicales, extremistas, terroristas y anarquistas navegando en la misma ruta. La estrategia ha sido diseñada para desestabilizar al partido de gobierno en el año preelectoral, de cara a conquistar el poder en 2022, bajo el prcepto de que si el gobierno hizo trizas la paz, la oposición hará trizas la seguridad

Los sentidos de un gobierno en época de crisis están en la Inteligencia Estratégica, cuya tarea consiste en producir conocimiento para asesorar la toma de decisiones de los gobernantes. La Inteligencia es herramienta crítica para actuar con base en información transformada en conocimiento y la Estrategia es la brújula para sortear los conflictos. Esta combinación es vital para aproximarse al futuro, para reducir los siempre presentes y amplios márgenes de incertidumbre, pero sustancialmente para anticipar tiempos de cumbres borrascosas.

Muchos se cuestionan, al considerar que pudo haber fallado el cálculo de la Inteligencia Estratégica frente el reto de visualizar con debida precisión las dimensiones de una protesta legítima empañada por un vandalismo cruel desmesurado. Colombia amaneció vandalizada el primer día, el 28 de abril, en una especie de ¨operación abastecimiento¨ cuando fue saqueado sin piedad el comercio, luego bloquearon las vías, posteriormente atacaron entidades financieras, más adelante barrios de estratos altos, y hoy continúan destruyendo palacios de justicia, alcaldías, permanecen las carreteras obstruidas, las capitales bloqueadas y los ataques a la Policía Nacional.

El desarrollo de la Inteligencia Estratégica de los servicios de inteligencia colombianos ha sido continuo, hoy somos ejemplo de referenciación en otros países. Nuestra Inteligencia Militar en términos de Defensa y Seguridad Nacional ha alcanzado un posicionamiento significativo, la Universidad Militar Nueva Granada y la Escuela Superior de Guerra ofrecen maestrías de vanguardia en Inteligencia Estratégica; la Dirección Nacional de Inteligencia DNI, es el organismo por excelencia de la Inteligencia Estratégica del Estado, se ha diseñado y proyectado como el más sofisticado, profesionalizado y estructurado servicio de inteligencia y contrainteligencia civil, cuenta con su propia escuela de formación, proyectada con apoyo de las agencias más fuertes y tradicionales del mundo, los analistas y operadores de inteligencia son seleccionados luego de un estricto, dispendioso y largo proceso de evaluación, con parámetros realmente admirables, son formados y entrenados en estrategias y tácticas de avanzada, y por primera vez existe una política de inteligencia exterior, alineada con las prioridades de país y dirigida por especialistas en la materia. Hoy los aprendices son sherpas y cuentan con un extraordinario Sirdar. Tenemos talento promisorio para el futuro de la Inteligencia Nacional.

La Inteligencia Estratégica de la Policía Nacional se ha constituido en el cerebro de la institución y del país; particularmente por su experiencia y conocimiento de los fenómenos sociales. Allí se destinan a policías con cualidades excepcionales, son educados en las mejores academias y universidades de policía, inteligencia, seguridad y justicia del mundo, se entrenan y trabajan continuamente para desorrollar la máxima visión estratégica de país y del mundo. Están en constante intercambio de experiencias, información, tecnología y conocimiento con Interpol, Europol, Ameripol, y ahora en el marco de las protestas sociales, se han realizado visitas de referenciación en USA, Chile, Ecuador, España, México y Francia. Esta dinámica, es la que ha permitido identificar por parte de la Inteligencia Estratégica Nacional, la existencia de una fuetrza transnacional marcada por el extremismo violento que avanza a tono con la ola de conflictividad social presente en otros países como en Chile y España recientemente.

En Colombia funciona la Junta de Inteligencia Conjunta JIC, creada por la ley 1621 de 2013, la preside el ministro de Defensa y tienen asiento todos los servicios de inteligencia del país. Su énfasis es la Inteligencia Estratégica, allí se analizan semanalmente los conflictos sociales, se evalúa el nivel de afectación sobre el orden público y se toman decisiones con tareas específicas para cada agencia. El trabajo de la JIC es fundamental para asesorar la toma de decisiones del presidente de la República, también para orientar la intervención de la Fuerza Pública y es soporte clave en la conducción de los Puestos de Mando Unificados PMU, para conjurar situaciones de coyuntura como la actual. Funcionan igualmente las Juntas de Inteligencia a nivel Regional y Departamental, como herramienta en la orientación decisional de alcaldes y gobernadores.

El 21 de noviembre de 2019 marcó un desafío de inimaginables proporciones para la Inteligencia Estratégica del país, allí emergieron síntomas evidentemente perceptibles que vaticinaban un escenario de conflictividad social ininterrumpido, hostil y vandálico, que tiene entre las cuerdas la convivencia y la seguridad ciudadana, y que algunos han denunciado como el camino hacia un golpe de estado. No hay duda que se extenderá durante el período preelectoral, así lo anunciaron sus incitadores. El desafío sigue siendo mayor e histórico para los Servicios de Inteligencia, afinar la producción de Inteligencia Estratégica es imperativo, desde el nivel local, regional, nacional, fronterizo e internacional. La Inteligencia Estratégica es igual o más importante que la Inteligencia Operacional; nunca debería debilitarse, ni despreciarse el talento experimentado y entrenado; importante apartarse de egoísmos y mantener una integración de la información alrededor de la JIC, lo que es determinante en la coyuntura. Y en época de grave crisis como la actual, una inteligencia resultado de la improvisación, induce al error y coloca en serio riesgo la gobernabilidad. El palo no está para cucharas.