José Amalio Graterol Jatar: Las revelaciones del caso Martí Hurtado y Pimentel

José Amalio Graterol Jatar: Las revelaciones del caso Martí Hurtado y Pimentel

José Amalio Graterol Jatar @paraguanamalio

El Estado Falcón se conmocionó ante la violación del domicilio conyugal y aprehensión del periodista y su señora esposa la profesional de la salud Nelly Pulgar, un periodista de larga trayectoria y una profesional que se dedica  a obras de caridad a través de CARITAS. Ambos conocidos, respetados y admirados por los paraguaneros y Falcón en general.

De inmediato reaccionó el gremio  de la comunicación social y cuando ya se afirmaba que se trataba de una retaliación política, tras doce horas sin saber su paradero, en el primer contacto que sus captores les permitieron, el periodista desmintió que fuese un caso político.

Llama poderosamente la atención la versión arrojada a los medios por la Policía Nacional Bolivariana, mediante la cual se presenta a ambos honorables  ciudadanos como delincuentes, arrasando de esta manera no solo con la inviolabilidad del domicilio, sino aprehendiéndolos sin flagrancia alguna y desconociendo la presunción de inocencia proclamada por el Libertador en el discurso de Angostura el 15 de febrero de 1819. No es congruente que un organismo policial lleve el nombre de bolivariano y sus integrantes desconozcan el pensamiento de Simón Bolívar, de manera tan grotesca, en el tema del respeto al ciudadano y que precisamente los agredidos sean  ciudadanos  a quienes Bolívar les legó la libertad.





Los gremios, las iglesias y muchas individualidades se hicieron solidarios con los agredidos. Sorprendió  la enérgica reacción del gobernador del Estado Falcón  Víctor Clark, contra la arbitrariedad. Sin embargo, esa actitud secundada por los encargados de seguridad del Estado Falcón, no  los hizo retroceder en su empeño de presentarlos, sin delito alguno al órgano jurisdiccional, siempre complaciente de los dichos de Fiscales y policías.

En el caso de la  pareja Hurtado Pulgar toparon los represores con la sociedad paraguanera, unida detrás de ellos, por ser gente de buena causa, conocidos ampliamente, pero estos mismos represores lo hacen con otras personas que no son conocidas, ante la indiferencia de la sociedad, se dan como ciertas sus versiones de los hechos y la presunción de inocencia se tira al pipote de la basura.

Existe entonces, algo muy  grave y nefasto, como  es la represión social. Se utilizan los servicios policiales para reprimir a la sociedad, especial y señaladamente a los más jóvenes y más pobres. Debería revisarse: ¿Por qué los retenes policiales están llenos de muchachos? ¿El retardo procesal tan sórdido y evidente, a veces una audiencia preliminar se celebra un año después de la acusación?  Todo se resuelve después en un plan cayapa en el cual el preso admite los hechos y después de cuatro o cinco años sin sentencia, en las peores condiciones, es liberado y encima debe agradecer el gesto de policías, fiscales y tribunales. Señores: el retardo procesal es un castigo a los inocentes que no pueden defenderse en manera alguna, frente a la  injusticia de la indiferencia de los jueces que alegan el exceso de trabajo. Si el gobernador Víctor Clark quiere llegar al fondo del problema de las injusticias le propongo que investigue el estado del retardo procesal  de los juicios penales en Falcón, la edad delos encausados y su estatus económico. El comprobara con sus propios  medios que existe una inconmensurable represión social.

Por otra parte, la Policía Nacional Bolivariana tiene alcabalas en las carreteras de Falcón, en las cuales como lo ha dicho Tarek William Saab, se pregunta ¿de dónde vienen? ¿Adónde van? ¿Que traen? Les piden los papeles del carro, revisan los seriales, inspeccionan  a cabalidad el vehículo y radian a SIPOL, para ver si están solicitados. Critican la documentación del ciudadano, hacen mofa de las cédulas y sobre actas de nacimiento dicen no ser legales. Es un verdadero atropello, no trabajan con inteligencia policial, sino que miran a los ciudadanos no como a quienes ellos deben proteger sino como enemigos y sujetos a ser imputados de cualquier delito.

No todo es persecución a políticos, estamos ante una represión social, se imputan delitos flagrantes  a veces inexistentes y lo más grave la palabra de policías y fiscales es irrebatible. Por eso millones de venezolanos, entre otras causas han huido del país, quizás por falta de oportunidades, aunque también muchas familias huyen ante la represión policial hacia los más jóvenes y más pobres.

Me preocupa que el tema político domine la escena y que no se haya percatado la sociedad del inmenso problema policial y judicial, se mira  hacia la judicialización de la política  sin percatarse que  es también gravísima la represión a los ciudadanos por los órganos policiales que no respetan los derechos humanos.

El caso de Martí Hurtado destapa la olla de los delitos inventados y cabría preguntarse ¿con que finalidad?  No dudo dela buena intención del gobernador, aunque percatado de los procedimientos, esto no puede quedar en la mera liberación de los aprehendidos sino que hay que ir al fondo,  Gobernador: Averigüe  lo que pasa en la justicia de  Falcón,  el caso Martí Hurtado puede ser el inicio de una justicia no represiva  sino enderezada a salvaguardar a la sociedad.