Las diferencias entre los cilindros de gas para GLP y el GNV son enormes

Las diferencias entre los cilindros de gas para GLP y el GNV son enormes

Foto: Archivo

 

El Gas Natural Vehicular GNV o también conocido como Gas Natural Comprimido está compuesto en más del 97% por moléculas de Metano y el resto por Nitrógeno, Etano y Propano. Es el gas que sale de los pozos petroleros, al que se le extraen los líquidos y que se envía por tuberías a los centros de despacho. Es el más económico de los combustibles fósiles.

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El Gas Licuado de Petróleo GLP es manufacturado. No es un combustible natural. Y se obtiene mediante la licuefacción del Gas Natural para obtener un líquido compuesto fundamentalmente por moléculas de Propano y Butano. Como se vuelve líquido a bajas presiones, se utiliza para el consumo para el gas casero y en bombonas. Es el gas que se utiliza en las bombonas caseras en Venezuela.

Cilindros para GLP están diseñados para trabajar a presiones de 250 libras por pulgada cuadrada (lpc). El gas a esa presión se vuelve líquido por lo que las bombonas deben ser utilizadas en posición vertical. Al pasar la válvula calibrada en su tope, por diferencia de presión se vuelve gas y así llega a la hornilla de la casa. Los cilindros de GNV están diseñados para trabajar a presiones de 3.000 libras por pulgada cuadrada (12 veces más que las bombonas caseras), están hechos de una sola pieza, y están diseñados para ser usados en posición horizontal, a diferencia de las caseras. El gas no está líquido en su interior, sino comprimido.

Las instalaciones de llenado de GLP están calibradas para llenar las bombonas caseras a 250 lpc y las de GNV para llenar los cilindros a 3.000 lpc. Los cilindros para GNV tienen un grosor mucho mayor y deben soportar presiones de estallido de hasta 6.500 lpc según las normas ISO

Todos los equipos auxiliares en un vehículo equipado con GNV, como válvulas, mezcladores y reductores están diseñados para trabajar a altas presiones, no así los accesorios para el GLP. Cualquier modificación es potencialmente peligrosa y nunca se debe instalar una bombona de GLP en posición horizontal y menos en un vehículo para usarla como recipiente de GNV. Es potencialmente mortal por lo antes expuesto.

Venezuela tiene hoy un alto índice de inseguridad energética. El notable deterioro de las refinerías nacionales han afectado la producción local de combustibles como la gasolina y el diésel. El GNV es una alternativa muy apropiada, tanto por su menor impacto en emisiones ambientales comparado con la gasolina y el diésel, como por su costo de producción. Lastimosamente el plan de GNV nacional se abandonó, y de unas 250 estaciones de GNV en el país, sólo sobreviven menos de 80.

En Caracas, apenas hay unas cuatro estaciones de GNV en actividad, una cantidad mínima si sabemos que hay al menos unas 15 equipadas con los equipos, que se han deteriorado por falta de mantenimiento e interés. Reactivarlas en un posibilidad a muy corto plazo y de baja inversión, con un inmenso impacto en el negocio de los combustibles locales, ya que en Venezuela hay unos 180 mil vehículos equipados, de manera correcta, con el sistema GNV.

Un metro cúbico de GNV equivale a 0,9 litros de gasolina. Por ejemplo, una bombona de Corolla instalada de fábrica, tiene una capacidad de 20 m3, equivalente a unos 18 litros de gasolina, que rinden en promedio 10 km por litro. Es decir una bombona llena permite recorrer unos 180 kilómetros.

En carros más pequeños, por ejemplo el Fiesta la bombona es de 12 metros cúbicos, que les da una autonomía de unos 120 km, unos 4 días de recorrido típico en una ciudad como Caracas. Los 3.50 equipados correctamente, tienen bombonas con capacidad aproximada de 45 m3. Los autobuses a GNV cargan unos 60-80 m3 de GNV.

Si 100.000 vehículos cargaran 30 m3 de GNV a la semana, equivaldría a 2,7 millones de litros de gasolina semanal, igual 10,8 millones de litros al mes, unos 68 mil barriles mensuales equivalentes de gasolina. (LP)