De pobres a millonarios… gracias al tesoro en el vientre de una ballena

De pobres a millonarios… gracias al tesoro en el vientre de una ballena

 

Unos humildes pescadores de la aldea de Al-Khaisah salieron de madrugada para enfrentar con sus espaldas encorvadas lo que sería un día más. Sin embargo, Alá estuvo de su lado y les envió el mayor tesoro jamás encontrado en las costas de Yemen: una ballena cachalote muerta que tenía en su vientre 150 kilogramos de “ámbar gris”, un costosísimo producto natural que la cosmética utiliza para fijar fragancias y perfumes de calidad.





Por él cobraron US$ 1,5 millón, una fortuna caída del cielo, si se piensa que el ámbar gris suele encontrarse flotando y en pocos gramos.

El cadáver de la ballena cachalote que para los yemenitas se convirtió en la lámpara de Aladino, flotaba en el Golfo de Adén.

La barca, que transportaba unos 35 pescadores, se acercó a la ballena cachalote flotante y tuvo que pedir ayuda a un varias decenas de pescadores y otras nueve barcas próximas de la localidad de Hodeidah, para poder acarrear semejante animal hasta la costa. En total, se precisó la fuerza de un centenar de hombres para transportar al ejemplar.

“Para evitar controversias, los hombres acordaron un porcentaje para cada uno antes de vender el ámbar gris por un total de 1.300 millones de riales yemeníes (alrededor de 1,5 millones de dólares)”, según detalló la cadena BBC.

“Somos todos pobres, jamás esperamos tener una cifra como esta. Es increíble”, dijo uno de ellos.

En gratitud por su día de suerte, los pescadores donaron una parte de lo recaudado a las personas más pobres de su aldea, Al-Khaisah.

El Ambar gris de la ballena
Las ballenas cachalote (Physeter macrocephalus) son los animales marinos más grandes que se conocen y los machos pueden llegar a superar las 50 toneladas de peso. A veces se dice que son ballenas, pero en realidad no tienen barbas sino dientes y por sus cuatro estómagos pasan los alimentos que engullen en el fondo marino.

Los calamares son el menú preferido de los cachalotes y, para facilitar su digestión, sus intestinos fabrican una bilis aceitosa que suaviza el tránsito digestivo de las partes punzantes de sus presas. Esa bilis de olor nauseabundo es el “ambar gris” y es uno de los fijadores de fragancias más codiciados en la elaboración de perfumes.

Una ballena cachalote lo excreta en la materia fecal y se lo encuentra flotando en el mar o incluso en las costas. Aunque es blancuzco y casi marmolado, la oxidación le va cambiando el color y lo endurece.