La periodista Ibéyise Pacheco planteó este jueves 3 de junio en redes sociales una versión muy diferente a la que sostiene el chavismo sobre la entrega de los ocho militares venezolanos secuestrados por el Frente Décimo de las Farc-EP en el estado Apure.
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Previamente, el general chavista, Vladimir Padrino López, se refirió al hecho como un supuesto rescate de los efectivos, sin mencionar bajas o heridos ni entre las Fuerzas Armadas ni entre la guerrilla.
Nada puede ocultar la derrota de la FANB después de semanas de violencia en Apure que se iniciaron el pasado 21 de marzo. La liberación de los 8 efectivos significó el pago de 10 millones de euros y la entrega de territorio en favor de la narcoguerrilla. Voy con hilo.
— Ibéyise Pacheco (@ibepacheco) June 3, 2021
A continuación, el relato expuesto por Pachecho en su cuenta de Twitter:
“Nada puede ocultar la derrota de la FANB después de semanas de violencia en Apure que se iniciaron el pasado 21 de marzo. La liberación de los 8 efectivos significó el pago de 10 millones de euros y la entrega de territorio en favor de la narcoguerrilla.
El show montado por Padrino López, Diosdado Cabello y Remigio Ceballos refiriéndose a un supuesto rescate de los 8 efectivos secuestrados por el Frente Décimo de la FARC es otra falsedad que los hechos desmienten. La entrega fue acordada y quien intercedió fue Diosdado Cabello.
La actuación de Diosdado Cabello había sido solicitada en el segundo video de los efectivos secuestrados. El texto fue escrito por la guerrilla, obviamente. No es la primera vez que la narcoguerrilla FARC solicita la mediación de Diosdado.
En septiembre de 2019, Lucas Valbuena, alias comandante Lucas había sido apresado junto a 14 hombres de la FARC por el asalto al fuerte militar Ambrosio Plaza de Elorza en Apure. Lucas pidió a Diosdado que intercediera para su liberación. Al mes el guerrillero estaba en la calle.
En esta ocasión Diosdado ejecutó el plan bajo la directriz que la guerrilla que enviaba las instrucciones a través del Sebin. Las dos peticiones fundamentales fueron el despeje indefinido de la zona y el pago de 10 millones de euros. Ambas solicitudes se cumplieron.
Dos helicópteros Cougar de la FANB se trasladaron bajo las coordenadas de la guerrilla. La tripulación calcula haber visto más de 50 hombres pero se presume que en el lugar podían estar 100 más. Los rehenes fueron divididos en dos grupos para abordar las aeronaves.
La fuerza de tarea aeroespacial del CEOFANB planificó el operativo hasta el punto de liberación. Los oficiales quedaron impresionados por los equipos, el sofisticado armamento, logística y personal entrenado de la guerrilla. Un testigo cree haber visto de lejos, un lanzacohetes.
Los helicópteros dejaron a los ocho efectivos en la base aérea Buenaventura del aeropuerto Santo Domingo en Táchira, donde les cambiaron uniformes y les regalaron chucherías. La foto que publiqué como primicia es cuando ya todos van de regreso a Caracas.
Los efectivos en libertad están razonablemente felices. Son sobrevivientes. Sus otros compañeros fallecieron, fueron heridos (varios de ellos también). Aún hay dos desaparecidos. El equipo tiene prohibición de informar la verdad de los hechos, por ejemplo que fueron abandonados.
Ahora la jerarquía de la FANB hace esfuerzos por presentarle al país la falsa versión del rescate, tratando de ocultar la vergonzosa y dolorosa derrota que significa además la entrega de parte de nuestro territorio a la narcoguerrilla.
La guerrilla de Gentil Duarte se ha fortalecido con todos estos hechos. Si antes mandaba en esa zona, ahora gobierna. Un pequeño Estado, asunto que según testimonios de pobladores, es motivo de celebración.
Importante destacar que Maduro también salió derrotado. Su relación con la Segunda Marquetalia le explotó y ahora para acercarse a Gentil Duarte tiene que pagar peaje a Diosdado Cabello.
Pero está historia no termina. No pierdan de vista al candidato que imponga el oficialismo para la gobernación de Apure porque con seguridad tendrá que tener la aprobación de la guerrilla. Sobre este tema también escribí en mi columna de Diario Las Américas.”