En un año el dólar perdió 49% de su poder de compra para adquirir alimentos en Venezuela

En un año el dólar perdió 49% de su poder de compra para adquirir alimentos. TAL CUAL

 

 

 





Aura Ordóñez ha visto en el último año cómo su ingreso en divisas se ha quedado cada vez más corto ante el aumento del costo de vida en dólares, una situación que la empresa donde trabaja no ha podido enfrentar.

Carlos Seijas // TAL CUAL

Un combo de cinco kilos de carne (guisar, molida, bistec, mechar y milanesa) que en un negocio en Gato Negro, al oeste de Caracas, compra para su casa, lo subieron a finales de marzo de 20 a 24 dólares. «Sé que no es mucho, pero cuando uno saca su cuenta y va sumando cada producto que va comprando te das cuenta de que sí pega en el bolsillo», dice.

A inicios de febrero compró en 18 dólares una paca de 20 paquetes de un kilo de harina de maíz precocida en una distribuidora en el centro de Caracas, que le puede durar hasta mes y medio. Cuando volvió al negocio a finales de mayo, ya estaba en 22 dólares.

«Ni la comida ni los dólares rinden. Los pagos que hago son cada vez más grandes y mi salario ya no me rinde como antes», asegura.

Los sueldos en divisas también se están quedando rezagados ante el avance de la hiperinflación, que ya tiene más de tres años pulverizando el poder adquisitivo de los venezolanos sin ser combatida por las autoridades monetarias del país. El mayor crecimiento de los precios en bolívares de bienes y servicios respecto al aumento del tipo de cambio, ha hecho que ocurra este fenómeno de aumento del costo de vida en dólares, al que la gente suele referirse erróneamente como «inflación en dólares».

De acuerdo con la firma Ecoanalítica, el dólar perdió 49% de su poder de compra entre abril de 2020 y abril de 2021, específicamente para la adquisición de alimentos. Esto demuestra que ni siquiera los venezolanos que tienen ingresos en divisas se encuentran protegidos de la hiperinflación, aunque por supuesto se ven menos afectados que los trabajadores que solo perciben bolívares, los más grandes perdedores en este proceso.

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