La Asociación de Prensa Extranjera en Israel (FPA, por sus siglas en inglés) exigió hoy a la Policía israelí que permita trabajar libremente a los periodistas, después de la detención ayer de la corresponsal de la cadena catarí Al Jazeera, que describió como “serio incidente”.
“Instamos a la Policía a respetar las promesas de Israel de respetar la libertad de prensa y permitir que los periodistas hagan su trabajo libremente y sin temor a sufrir lesiones e intimidación”, precisó en una nota de prensa.
En el comunicado, remarca la detención de la corresponsal Givara Budeiri este sábado cuando cubría las protestas en el barrio de Seij Yarrah, en Jerusalén Este ocupado, contra los desalojos de familias palestinas en favor de colonos judíos, foco de la alta tensión que se vive en la región desde hace semanas.
“Según nuestros compañeros en el lugar, así como videos grabados por transeúntes, fue arrestada sin provocación. La reportera estaba claramente identificada y vestía un equipo de protección, incluido un chaleco que decía ‘prensa’, y la Policía se negó a permitirle regresar a su automóvil para mostrarles su credencial de prensa emitida por Israel”, denunció FPA.
La reportera tuvo que ser atendida en el hospital, según la cadena de televisión, por una fractura en la mano y contusiones en el cuerpo causadas por la policía.
“Esta es la última de una larga serie de tácticas de mano dura de la Policía israelí en las últimas semanas contra periodistas claramente identificados, incluido el uso de granadas de estruendo, gases lacrimógenos, balas recubiertas de esponja y rociado de agua de mofeta”, denuncia la nota.
La asociación envió una carta el pasado 26 de mayo para pedir moderación y respeto a los medios de comunicado, que asegura “se ha ignorado”.
“Hacemos un llamamiento a la Policía para que penalice a los oficiales que hirieron innecesariamente a un periodista experimentada y rompieron su equipo profesional”, solicitó hoy la FPA.
EFE