El príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron este domingo la llegada de su hija Lilibet “Lili” Diana Mountbatten-Windsor. La pequeña, que nació el viernes 4 de junio en un hospital de California, no tendrá ni título ni tratamiento real, aunque sí tendrá un lugar en el línea de sucesión al trono. Al igual que su hermano mayor, Archie Harrison.
Por Infobae
Su nombre, Lilibet, es un guiño al apodo de la reina Isabel II y el segundo nombre es en honor a la fallecida madre del príncipe Harry, Lady Di, que murió en un accidente de tránsito en París en 1997.
Meghan, de 39 años, anunció que esperaba una niña durante una explosiva entrevista en marzo con Oprah Winfrey, en la que acusó a la familia real de racismo y dijo que había tenido ideas suicidas durante su embarazo. La entrevista provocó una grave crisis en “La firma”, profundizando la ruptura entre Harry y William, y con su padre, el príncipe Carlos, heredero del trono.
Ante las cámaras, Markle afirmó que a su hijo Archie se le negó ser príncipe por cuestiones raciales. Dicha acusación desempolvó una ley de 1917 que indica qué títulos pueden ostentar los familiares de la reina de Inglaterra.
Tanto Archie como Lilibet no son herederos directos al trono ni hijos del heredero, como sí lo son el príncipe William y sus tres hijos, George, Charlotte y Louis.
El decreto emitido por el rey Jorge V en 1917 limita los títulos a los hijos, nietos y los bisnietos que provienen directamente de la línea más directa de sucesión al trono. Estos son los casos de los cuatro hijos de Isabel II: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo y de los hijos de estos.
Esto no se extiende a los hijos del príncipe Harry, un tema que la duquesa de Sussex mencionó durante la entrevista con Oprah. Por esta razón, “Lili” no será princesa ni Alteza Real.
La monarca tiene el poder de enmendar las reglas, y en 2012 decretó que todos los hijos del príncipe William y su esposa Kate Middleton, no sólo el mayor, serían príncipes y princesas.
La reina Isabel II tiene 11 bisnietos, incluida Lilibet. No son príncipes y princesas, aparte de los tres hijos de William, quien es segundo en la línea de sucesión al trono y está destinado a ser rey algún día. Recientemente la duquesa de York, hija del príncipe Andrés, se convirtió en madre de un niño que no recibió ningún título nobiliario.
Lilibet “Lili” Diana ya ha hecho historia al ser el primer miembro de la familia real británica en nacer fuera del Reino Unido. Es probable que tenga la doble nacionalidad, británica y estadounidense, al igual que su hermano mayor, Archie.
Es octava en la línea de sucesión al trono británico, detrás de Archie, su padre, el príncipe Harry, sus primos, los príncipes George y Louis y la princesa Charlotte, su tío, el príncipe William y su abuelo, el príncipe Carlos. El duque de York se ubica ahora en el noveno lugar.
Isabel II ha dado la bienvenida a dos bisnietos este año, ya que en febrero nacía el primer hijo de la princesa Eugenia y en febrero el tercer hijo de Zara Tindal. Para otoño de este año se espera el nacimiento del primer hijo de la princesa Beatriz.
“El 4 de junio fuimos bendecidos con la llegada de nuestra hija. Ella es mucho más de lo que podríamos haber imaginado nunca y seguimos agradecidos por por todo el amor y las oraciones que hemos sentido desde todo el mundo. Gracias por su continua amabilidad y apoyo en este momento tan especial para la familia”, afirmó la pareja en un comunicado.
Lilibet “Lili” Diana es la segunda hija del matrimonio, después de Archie Harrison Mountbatten-Windsor que nació en 2019. Harry y la ex actriz estadounidense se casaron en el castillo de Windsor en mayo de 2018. Los duques renunciaron a sus roles reales en marzo de 2020 y ahora viven en California.
La reina Isabel II y los restantes miembros de la familia real británica “están encantados” por el nacimiento de la hija del príncipe Harry y su esposa, informó el domingo un portavoz del Palacio de Buckingham.
La pareja anunció su segundo embarazo el día de San Valentín, con una dulce foto en blanco y negro. Los duque de Sussex escogieron la misma fecha que había elegido la princesa Diana de Gales para revelar el embarazo de Harry.
La feliz noticia llega seis meses después de que la duquesa revelara en un ensayo para el New York Times que había sufrido un aborto espontáneo en julio de 2020, dando un relato personal de la traumática experiencia con la esperanza de ayudar a otros.