El 10 de junio se celebró un hito histórico en la vida de la reina de Inglaterra, ya que su difunto esposo habría cumplido 100 años. Y para conmemorar la ocasión, se ha rendido un merecido homenaje al príncipe Felipe con una ‘rosa de Edimburgo’, bautizada así en su honor y presentada a la monarca la semana pasada.
Por Vanity Fair
La reina, mecenas real de la Royal Horticultural Society, es una amante de los jardines y la naturaleza, por lo cual no cabe duda de que aprecia este generoso obsequio: una hermosa variedad de flor de color rosa intenso cultivada recientemente por el floricultor británico Harkness Roses
Luego de que el pasado miércoles 2 de junio Keith Weed, presidente de la Royal Horticultural Society, entregó a la monarca la rosa de Edimburgo, la plantaron en el borde de rosas mixtas del East Terrace Garden, en el Castillo de Windsor, una de las residencias reales favoritas de Isabel II y de su difunto esposo. Un detalle muy conmovedor, pues Felipe estuvo muy involucrado en el diseño del jardín tras haber supervisado la reestructuración de los parterres e introducido la llamativa fuente de loto de bronce que ocupa un lugar privilegiado en su centro.
El príncipe Felipe, el consorte real con más años de servicio en la historia, murió el 9 de abril en el castillo de Windsor, a los 99 años. Sobre la nueva rosa, Keith Weed comentó que “aunque es muy emotivo, también fue un placer regalar a su majestad la reina, mecenas real de la Royal Horticultural Society, la rosa Duque de Edimburgo para conmemorar el que habría sido el centenario de su marido y para recordar su remarcable vida. La dedicación del duque por sensibilizar al público sobre la importancia de conservar el mundo natural ha dejado un legado perdurable”.
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