El relato del médico que salvó a Eriksen: Confirmó que sufrió un paro cardíaco y aseguró que “se había ido”

El relato del médico que salvó a Eriksen: Confirmó que sufrió un paro cardíaco y aseguró que “se había ido”

El mediocampista danés Christian Eriksen (abajo C) recibe atención médica después de colapsar en el campo durante el partido de fútbol del Grupo B de la UEFA EURO 2020 entre Dinamarca y Finlandia en el Estadio Parken de Copenhague el 12 de junio de 2021 (Foto de Friedemann Vogel / varias fuentes / AFP)

 

 

 





 

Casi 24 horas después del desvanecimiento de Christian Eriksen en el Parken Stadium de Copenhague, los médicos siguen sin saber qué le ocurrió. “No tenemos una explicación, no puedo contestar a esa pregunta”, ha explicado el médico de la selección de Dinamarca, Morten Boesen, cuando se le ha preguntado por las razones que motivaron el desplome del futbolista del Inter de Milán, que sigue hospitalizado pero en buen estado tras el tremendo susto que vivió.

Sergio Viñas // EL MUNDO

El motivo de su permanencia en un hospital de Copenhague es, precisamente, el desconocimiento de las causas que motivaron el incidente.

Según explicó Boesen, especialistas en cardiología están sometiendo a Eriksen a diversas pruebas (hasta ahora con resultado positivo) para descubrir la dolencia que originó su desmayo, pero hasta ahora no han sido concluyentes. El médico también ha afirmado que todos los test cardiacos rutinarios previos al partido del sábado habían arrojado resultados positivos.

Boesen, sin entrar en excesivos detalles, sí confirmó que Eriksen entró en parada cardiaca (utilizó la expresión inglesa “he was gone”, literalmente “se había ido”) y que tuvo que ser “resucitado” mediante maniobras de reanimación cardiopulmonar.

Fue todo muy rápido, no sé cómo de cerca estuvimos de que muriera“, ha comentado Boesen, todavía visiblemente afectado por lo que le tocó vivir este sábado en Copenhague.

Horas antes, el Inter había comunicado que Eriksen no ha pasado el covid ni ha sido vacunado.

Lee la nota completa en EL MUNDO