Domingo Alberto Rangel: Estupideces dialogantes

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

A la “sabiduría popular”, contenida en dichos y cantares, elevada a los altares del populismo, cabe tardíamente darle un baño de estadísticas a la luz de la realidad.

Sobre el tema concedo que si bien por lo general el contenido de los dichos se cumple… se observan demasiadas excepciones a la regla… y esas anormalidades deben tomarse en cuenta.

Por ejemplo: encuestas y observaciones demuestran que los pueblos muchas veces se equivocan… aún cuando los líderes populistas lo nieguen… sobre todo cuando suponen que “el pueblo” los apoya ciegamente.





Así que valdría la pena contratar una encuesta para averiguar cuál es el porcentaje de veces que el pueblo acierta en sus escogencias… y cuál es el relativo a errores y equivocaciones.

Eso si… no vale contratar encuestadores nacionales… sobre todo aquellos que acostumbran explicar los resultados de sus investigaciones… ajustando guarismos y pronósticos… al gusto del consumidor que los contrata.

Igual advierto que las encuestas tampoco le van a servir de mucho a los políticos porque en el caso comentado es ingenuo esperar que un líder populista desde la tarima vocifere que “como afirma el encuestador tal… el pueblo 70 % de las veces no se equivoca… y bla, bla, bla”.

De manera que lo mejor es observar sin prejuicios la realidad: a ese respecto señalo que con relación al tema de los diálogos entre políticos del gobierno y sus contrapartes de las muchas oposiciones… el pueblo no parece estar equivocado cuando los encuestados varían sus respuestas desde quien sospecha por “un gato encerrado”… y quien no quiere saber del tema o prefiere ir a la playa.

Aparentemente casi nadie en un amplísimo espectro de clases y culturas le tiene fe al fulano diálogo. Y vale la pena aclarar que la culpa no es de la figura utilizada y recomendada por los libros de texto… sino de las marionetas que dialogan.

No es que el venezolano prefiera la destrucción antes que buscar soluciones conversando los problemas: se trata que las marionetas no son confiables “a según” la experiencia de dos décadas de diálogo desde que el presidente Carter aterrizó en nuestro país.

Ojo: las marionetas que dialogan viven bajo burbujas donde no se pasan los trabajos del venezolano común… y mal acostumbrados son incapaces de plantear soluciones útiles para todos.

Y así le abonan desconfianza, legítima por lo demás, al pueblo… sobre los resultados de tanta dialogadera que más bien parece reparto de un botín ya desmirriado.

Sobre las culpas cabe colocarles polígrafos a las marionetas que dialogan… al menos quedaría asentada la propensión a mentir cuando buscan soluciones a sus problemas… y no a los del colectivo.

Pero no solo se trata de soluciones… es que de principio deberían las marionetas admitir culpas que como el cirineo de la Biblia debería repartirse entre todos los que se sienten a dialogar.

Es inadmisible que el gobierno meta pretenda culpar solo las sanciones –ilegales, absurdas e ineficaces… muchas veces lo he escrito- y no admita que tras al menos cinco gobierno manirrotos del puntofijismo… los bolivarianos continuaron prácticamente las mismas políticas de sus antecesores que a finales del siglo pasado habían dilapidado los ahorros nacionales y endeudado varias generaciones.

Las oposiciones que abusivamente monopolizan los diálogos -insisto… son muchas- idealizan el pasado incapaces de explicar… si eran tan buenos… ¿Cómo fue que perdieron el poder con un adversario carecía de “condiciones electorales”… y solo se había atrevido a demostrar que el rey estaba desnudo?

Hay dos áreas donde sin tener que confundirse unos y otros podrían concluir en soluciones: la educación y el legado histórico que podemos perder en una generación.

Para buscar soluciones en el área de la educación se requiere admitir como estupideces que a veces cometen los pueblos y sus gobiernos… pensar que número uno… todo venezolano debe ser “dotol”.

Y número dos que instituciones ancladas en el Medioevo como son las universidades… pueden ayudar sin enormes cambios a que nuestra sociedad se levante.

Es difícil que ambos dialogantes acepten tirar por la borda quienes venden cupos de admisión… a los que pretenden tener “años sabáticos” pero en Europa o en USA… a quienes han formado mafias que impiden el acceso a los mejores profesores… y que se les pague bien.

En materia de la defensa de nuestro territorio quizás sea pedirle peras al horno… como decía el filósofo zuliano que pretende volver a ser gobernador… pero ambos tipos de marionetas deben buscar otros espacios distintos a las fronteras para ejercer su fastidioso boxeo de sombras.

Un gobierno maleta se puede atacar desde muchos espacios… pero ponerse de parte de la guerrilla colombiana… y me refiero a sectores de la oposición… para embestir al gobierno… es ignorar que la geopolítica de esa guerrilla es parecida respecto a nuestra Venezuela… a la que guía las oligarquías de ese país… es ignorar que los únicos que defienden el legado de los libertadores son los soldados y oficiales de la FANB que no merecen ser desmoralizados por nosotros mismos… y que respecto al “hermano país” ya hemos perdido mucho territorio.

Al gobierno se le debe exigir eficacia… que no repitan los errores… pero las estupideces que se escuchan… recuerdan a aquellos notables del siglo XIX que le pedían a Inglaterra que nos invadiera “para civilizarnos”… más estúpidos que incapaces.