¿Por qué los países que más usan las vacunas chinas atraviesan fuertes brotes de Covid-19?

¿Por qué los países que más usan las vacunas chinas atraviesan fuertes brotes de Covid-19?

Hasta ahora, los ensayos muestran que Sinopharm y Sinovac tienen una menor eficacia contra el COVID-19 que sus contrapartes de ARNm (Reuters)

 

 

Hasta ahora, la Argentina compró 6 millones de dosis de la vacuna Sinopharm y recientemente anunció que incorporará otros 24 millones, que empezarán a llegar en los próximos días.

Por Infobae

Si bien hasta el momento la vacuna más aplicada en el país es la rusa Sputnik V, el dato llama la atención en vistas de un informe emitido por el diario The New York Times, que daba cuenta de que algunos países sufren actualmente nuevos brotes de COVID-19 a pesar de mantener unas altas tasas de inmunización de sus poblaciones, como Chile. El punto en común es que las más de 90 naciones están aplicando fórmulas creadas en China, que ahora parecen no responder a los efectos de las nuevas variantes.

El periódico neoyorquino desarrolló la investigación basada en datos de contagio de COVID-19 en algunos países que usaron de forma mayoritaria vacunas chinas como las islas Seychelles, Mongolia o Chile.

Y las preguntas que surgen sobre la eficacia de las vacunas Sinopharm y Sinovac son descartadas por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, quien calificó tales críticas como una “difamación motivada por prejuicios”.

Por su parte, los expertos dicen que si bien estas vacunas chinas pueden no ser tan efectivas como algunas, no son un fracaso. Ninguna vacuna brinda una protección del 100% contra el COVID-19, por lo que se esperan nuevos casos.

La métrica crucial para medir el éxito, dicen, es prevenir muertes y hospitalizaciones, no apuntar a cero contagios por COVID-19.

 

Hasta ahora, la Argentina compró 6 millones de dosis de la vacuna Sinopharm y recientemente anunció que incorporará otros 24 millones (Efe)

 

China tiene dos vacunas autorizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para su uso de emergencia: Sinopharm y Sinovac. Ambas usan virus inactivados para provocar una respuesta inmune en el paciente, un método de vacuna probado y comprobado.

“Si queremos reducir los casos graves y el número de muertes, Sinopharm, Sinovac pueden ayudar”, dijo el profesor Jin Dong-yan, virólogo de la Universidad de Hong Kong.

Hasta ahora, los ensayos muestran que Sinopharm y Sinovac tienen una menor eficacia contra el COVID-19 que sus contrapartes de ARNm, elaboradas por los laboratorios Pfizer y Moderna. En ensayos brasileños, Sinovac tuvo aproximadamente un 50% de eficacia contra el COVID-19 sintomático y un 100% de eficacia contra una enfermedad grave, según los datos del ensayo presentados a la OMS. Mientras que la eficacia de Sinopharm tanto para la enfermedad sintomática como para la hospitalizada se estimó en un 79%, según la OMS.

En la Argentina, por caso, los resultados preliminares de un estudio que lleva adelante el Ministerio de Salud de la Nación para evaluar la efectividad de las distintas vacunas aplicadas en el país en personas de 60 años y mayores indican que con una dosis de Sputnik V o de AstraZeneca disminuye la mortalidad por COVID-19 entre un 70 y 80%.

 

“Ninguna vacuna brinda una protección del 100% contra el COVID-19, por lo que se esperan nuevos casos” (Efe)

 

En el caso de contar con el esquema completo, el análisis concluyó que la disminución de la mortalidad con cualquiera de esas vacunas está por encima del 90% en este grupo.

Así las cosas, los expertos dicen que los brotes de COVID-19 en lugares que usaron vacunas chinas están acorde con lo que se espera de las tasas de eficacia.

Ben Cowling es profesor de epidemiología de enfermedades infecciosas en la Universidad de Hong Kong y dijo que las vacunas chinas parecían estar limitando el número de infecciones graves y muertes.

“Creo que las vacunas ciertamente están funcionando y ciertamente están salvando muchas vidas”, aseguró.

En línea con la investigación de The New York Times, el prestigioso neurólogo argentino Conrado Estol advirtió la semana pasada sobre la crítica situación que podría enfrentar la Argentina frente a la variable delta de coronavirus si no cambia sus políticas sanitarias.

En ese marco, planteó que los países deben dejar de comprar vacunas chinas porque existen estudios internacionales que demuestran que son las menos eficaces: “No compraría más Sinopharm. Hay una evidencia contundente en el planeta liderada por los datos de Seychelles, Mongolia, Chile, Uruguay, los países que más han vacunado, que demostraron que las vacunas chinas de Sinovac y Sinopharm ya eran mucho menos eficaces antes de que apareciera delta”.

 

 

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