El presidente Joe Biden firmará el viernes una orden ejecutiva que la Casa Blanca factura como un esfuerzo para apuntar a las prácticas anticompetitivas en tecnología, atención médica y otras partes de la economía, al tiempo que aumenta los salarios de los trabajadores y las protecciones al consumidor.
Por: Click Orlando
La orden general incluye 72 acciones y recomendaciones que, según la Casa Blanca, “reducirán los precios para las familias, aumentarán los salarios de los trabajadores y promoverán la innovación y un crecimiento económico aún más rápido”.
La orden incluye llamadas para prohibir o limitar los acuerdos no competitivos para ayudar a impulsar los salarios, permitiendo cambios en las reglas que allanarían el camino para que los audífonos se vendan sin receta en las farmacias y prohibiendo las tarifas excesivas por terminación anticipada por parte de las compañías de Internet. También pide al Departamento de Transporte que considere la posibilidad de emitir reglas que requieran que las aerolíneas reembolsen las tarifas cuando el equipaje se retrasa o los servicios a bordo no se brindan como se anuncian.
“En total, ahora se estima que los precios más altos y los salarios más bajos causados ??por la falta de competencia le cuestan a los hogares estadounidenses promedio $ 5,000 por año”, dijo la Casa Blanca en una hoja informativa que describe la orden que se espera que Biden firme en una ceremonia vespertina. “La competencia inadecuada frena el crecimiento económico y la innovación”.
La Casa Blanca dijo que la orden de Biden sigue la tradición de los presidentes anteriores que tomaron medidas para desacelerar el crecimiento del poder corporativo. La administración de Teddy Roosevelt rompió poderosos fideicomisos que controlaban grandes sectores de la economía, incluidos Standard Oil y los ferrocarriles de JP Morgan. La administración de Franklin D. Roosevelt intensificó la aplicación de las leyes antimonopolio en la década de 1930.
La orden de Biden incluye una serie de iniciativas dirigidas al consumidor que potencialmente podrían conducir a nuevas regulaciones federales, pero también incluye mucho lenguaje aspiracional que simplemente “alienta” a las agencias a tomar medidas destinadas a reforzar la protección de los trabajadores y consumidores .