Boris Johnson quiere prohibir entrada a estadios de fútbol británicos a los autores de insultos racistas

Boris Johnson quiere prohibir entrada a estadios de fútbol británicos a los autores de insultos racistas

Los futbolistas, arrodillados como gesto contra el racismo antes del comienzo de la final (Reuters)

 

 

El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció el miércoles planes para prohibir el acceso a los estadios de fútbol a quienes hayan participado en ataques racistas contra los jugadores, tras los insultos que sufrieron tres futbolistas negros de la selección inglesa.





Los tres jugadores, Jadon Sancho, Bukayo Saka y Marcus Rashford, fueron objeto de un alud de ataques racistas en las redes sociales tras la derrota en la final de la Eurocopa-2020 ante Italia.

“Condeno en los términos más enérgicos los ataques racistas que vimos el domingo por la noche”, afirmó Johnson ante los diputados.  “Y por eso lo que estamos haciendo hoy es tomar medidas prácticas para garantizar que se cambie el régimen de prohibición de acceso al fútbol, de modo que si alguien es culpable de injurias racistas en línea hacia los futbolistas, no podrá ir al partido. Sin peros, sin exenciones y sin excusas”, anunció.

Los tres jugadores fallaron sus lanzamientos de penales al final del partido del domingo en el estadio londinense de Wembley, sellando la derrota de Inglaterra y rompiendo el sueño de una nación que esperaba ganar un segundo gran título 55 años después de su victoria en casa en el Mundial de 1966.

El propio gobierno fue acusado de hipocresía, en particular por el futbolista Tyrone Mings, por haberse negado a condenar los abucheos de los aficionados cuando los jugadores se arrodillaban para denunciar el racismo.

Johnson recibió el martes en Downing Street a representantes de redes sociales como Facebook, Twitter, TikTok, Snapchat e Instagram.

“Ahora tenemos la oportunidad de hacer que estas empresas rindan cuentas y asegurarnos de que se enfrentan a multas”, afirmó el dirigente, refiriéndose a un proyecto de ley sobre seguridad en línea, que contemplaría sanciones de hasta el 10% de los ingresos globales.

AFP