Se inicia la segunda peregrinación a La Meca en tiempos de pandemia

Arabia Saudita permitirá a 60.000 residentes vacunados peregrinar a La Meca

 

 

Cientos de peregrinos acudieron este sábado a la Gran Mezquita de La Meca (oeste de Arabia Saudita) para participar en la gran peregrinación anual de los musulmanes, la segunda tras la aparición de la pandemia de coronavirus, que obligó a estrictas medidas sanitarias y de aforo.





Este año, solo podrán participar 60.000 residentes de Arabia Saudita, tanto nacionales y extranjeros, que son escogidos por sorteo. Una cifra por encima de los 10.000 del año pasado, pero mucho menos que en tiempos normales.

Arabia Saudita busca repetir el éxito del año pasado, en el que no se dieron brotes de covid-19 durante el ritual de cinco días, pese a que provocó resentimientos entre musulmanes de fuera del país.

El sábado por la mañana, cientos de fieles divididos en pequeños grupos comenzaron a girar en torno a la Kaaba, la estructura cúbica negra situada en el corazón de la Gran mezquita y hacia la cual se dirigen los rezos de los musulmanes del mundo entero.

Esta deambulación, conocida como “tawaf” en árabe, es indispensable para completar la peregrinación a La Meca y supone el inicio de las festividades. Los ritos religiosos empezarán el domingo.

“Siento como si hubiera ganado la lotería”, dijo el farmacéutico egipcio Mohamed El Eter tras ser escogido.

“Este es un momento especial, inolvidable en la vida. Le doy gracias a Dios por darme la oportunidad de ser aceptado entre mucha gente que se postuló”, declaró a AFP el hombre de 31 años.

Entre los afortunados figura también Ameen, un contratista indio de 58 años basado en la ciudad oriental de Dammam, quien resultó elegido para participar del hach con su esposa y tres hijos adultos.

“Estamos encantados”, dijo Ameen, quien se identificó con solo su primer nombre. “Tantos amigos y familiares nuestros fueron rechazados”.

Arabia Saudita es hogar de numerosas personas procedentes del sur y este de Asia, África y Oriente Medio.

En 2019, unos 2,5 millones de musulmanes de todo el mundo participaron en el hach, la fiesta anual considerada un pilar del islam a la que todos los musulmanes deben concurrir al menos una vez en su vida.

Exposición limitada

El canal noticioso Al Ekhbariya mostró imágenes de los trabajadores desinfectando la zona de la Gran Mezquita alrededor de la Kaaba, punto focal del islam, en anticipo de los rituales.

Semanas atrás, el ministerio a cargo de la fiesta dijo que adoptaría “los niveles más altos de precauciones sanitarias” ante las nuevas variantes del covid-19.

Los escogidos entre más de 558.000 postulantes deben estar plenamente vacunados contra el coronavirus, tener entre 18 y 65 años y no presentar enfermedades crónicas, según el ministerio encargado de la fiesta.

Los peregrinos serán divididos en grupos de 20 “para limitar cualquier exposición a ese grupo y evitar que se propague la infección”, dijo a la prensa oficial el subsecretario del ministerio responsable del hach, Mohamed al Bijawi.

Arabia Saudita ha detectado más de 507.000 contagios del coronavirus y más de 8.000 muertes, entre una población de 34 millones.

El hach se celebró el año pasado en su versión más pequeña de la historia moderna, con unos 10.000 participantes.

No se reportaron contagios y las autoridades instalaron clínicas móviles y ambulancias para atender a los peregrinos, quienes fueron llevados a los sitios religiosos en grupos pequeños.

Principal desafío

“El principal desafío de este hach será que se realice sin contagios de covid-19”, dijo a AFP un médico que trabaja en un hospital de La Meca.

Organizar el hach es un asunto de prestigio para el gobierno saudita, cuya custodia de los sitios más sagrados del islam es su principal fuente de legitimidad política.

Pero la prohibición de la participación de peregrinos del exterior causó resentimiento y decepción entre musulmanes de todo el mundo, quienes suelen ahorrar durante años para asistir.

Además de las restricciones sanitarias, el precio de participar en la festividad de este año ascendió a 3.200 dólares.

AFP