Carlos Ochoa: ¿Participación o capitulación?

En pocos días sabremos cuál es la decisión de las organizaciones políticas representadas en la Asamblea Nacional presidida por Guaidó en el tema de participación en las elecciones regionales convocadas por Maduro para noviembre de este año. En el ambiente se siente que hay casi una decisión tomada en donde influye la opinión de varios países de la comunidad europea para que se participe, falta saber la posición de los Estados Unidos y Colombia que tienen mucho peso en el camino que se decida tomar, pero todo indica que apoyarán participar con el argumento de destrancar el juego con la ruta electoral.

Pienso que el “Acuerdo de Salvación Nacional “pudo ser una estrategia motivadora para el rescate de la confianza en el voto si hubiese insistido en incluir la elección presidencial, pero ante la negativa de Maduro de medirse en las urnas antes del 2024, ese escollo convierte cualquier negociación en una reunión menor que evade el verdadero problema que es la permanencia de Maduro en el poder de manera ilegitima. Todavía está fresco en las calles el pedido de cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres, un viraje sin haber logrado ningún logro va a ser percibido como una capitulación, pues se entiende que con la participación en las regionales con el argumento de mantener los espacios, se va a pagar un alto costo reconociendo a Maduro, el CNE y todas las instancias de poder incluida la Asamblea Nacional electa en 2020, ya que significa literalmente el final de la Presidencia interina por cese automático de la Asamblea Nacional de 2015, con la consecuencia de traspaso de cuentas de los haberes de la nación administrados por el interinato al régimen, quien tendrá que librar batallas legales en cortes internacionales para ponerle de nuevo las manos a tan preciados trofeos.

No estoy seguro que la estrategia de la participación en las regionales nos conduzca a una solución y mucho menos a una salvación, he escuchado opiniones de políticos curtidos en el tema electoral que afirman que en el mejor de los casos se podrían ganar 6 gobernaciones y algunas alcaldías, con ese resultado es casi seguro que los obliguen a juramentarse ante la Asamblea Nacional presidida por Jorge Rodríguez para refrendar el epitafio de la resistencia institucional y darle paso a la convivencia con el régimen. 





Sin embargo no todos los partidos ni todos los dirigentes comparten esa convivencia con el régimen y han manifestado públicamente su desacuerdo y  su disposición a continuar desarrollando la resistencia pacífica, entre otros María Corina Machado, Andrés Velásquez, Antonio Ledesma, Diego Arria, gente dentro y fuera de Venezuela que entiende que la solución a los problemas de Venezuela pasa por un cambio de gobierno y no por unos pocos cargos regionales que no van a incidir en el mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades porque con la aprobación de las leyes del Estado Comunal, esas instancias van a ser vaciadas de poder real.

Para colocar en contexto lo complejo del caso Venezuela, tenemos que reconocer que existen múltiples intereses geopolíticos y económicos que gravitan sobre cualquier decisión que se tome, no es algo que pueda decidir la oposición unilateralmente, así como tampoco Maduro. Vamos a exponerlo de este modo, sin el apoyo de Rusia, Cuba, China, Irán, Maduro no estaría en el poder, de la misma manera que sin el apoyo de los Estados Unidos y la Comunidad Europea, Guaidó no andaría libre por las calles de Caracas con su Presidencia interina, lo acosan, lo vigilan, encarcelan a sus colaboradores cercanos pero directamente a Guaidó no se han atrevido a secuestrarlo porque saben que abren otro tablero en donde tienen todas las de perder. Qué ocurrirá con Guaidó después de las regionales es algo que no se puede predecir, puede intentar conformar un gobierno en el exilio, pero eso es algo que sin apoyo interno no tiene mucho futuro.

 Leyendo entre líneas la declaración de Leopoldo López desde España se le siente incómodo con la ruta electoral, el propio Guaidó sabe que pierde mucho con esta elección, pero como ya dije la decisión es consensuada con los aliados y estos al parecer se inclinan por la convivencia, por eso no dudo que sea cierto que el reconocimiento y el apoyo a Guaidó tenga fecha de vencimiento hasta noviembre y en la decisión de participar en las regionales algunos aliados estén pensando más en negocios que en libertad y democracia.