Quienes lo conocen lo definieron como un adolescente estudioso, reservado, siempre con sonrisa cálida. Pero detrás de esa apariencia “angelical” Jack Reed ocultaba un costado siniestro. Su simpatía por el régimen nazi de Adolf Hitler y de otros fascistas lo llevó a convertirse en la persona más joven en ser condenada por planear un atentado terrorista en Inglaterra.
Por Clarín
Cuesta vincular el rostro aniñado de Reed con el frío y calculador adolescente, cuyo nombre recién trascendió hace unos meses. Fue cuando al cumplir 18 años se rechazara un intento por mantenerlo en secreto
A muy temprana edad ya acumulaba una generosa biblioteca de propaganda neonazi. Y a los 16 años fue condenado por intentar fabricar explosivos en un intento por iniciar una “guerra racial” en su ciudad natal de Durham, situada en el noreste del país.
De acuerdo al juzgado que llevó su causa en Reino Unido, también surgió otro capítulo oscuro: enfrentó cargos separados de sexo infantil, por los que se le dieron 18 meses adicionales.
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