Dos policías del NYPD violaron a un miembro adolescente vulnerable del programa juvenil de la policía, aprovechándose cruelmente de la niña menor de edad para “satisfacer sus intereses depravados”, dictaminó un juez interno del departamento.
Por: New York Post
La “impactante mala conducta profesional y sexual” de los oficiales incluyó el comportamiento de uno de ellos que “haría que cualquier adulto responsable, y mucho menos un padre, retrocediera horrorizado”, escribió el juez de la policía de Nueva York en un dictamen mordaz hecho público la semana pasada.
Los entonces oficiales Sanad Musallam y Yaser Shohatee “apuntaron” a la niña, que tenía 15 años en ese momento y era miembro del programa Explorers de NYPD, según los documentos disciplinarios.
Musallam y Shohatee, ahora de 34 y 41 años, respectivamente, la violaron por separado en medio de docenas de conversaciones telefónicas y cientos de intercambios de texto, que incluían fotos “sexualmente explícitas”, entre 2015 y 2016, afirman los registros.
El juez, el subcomisionado adjunto de juicios Paul Gamble, recomendó despedir a ambos policías después de encontrarlos culpables de los encuentros y otros cargos de mala conducta interna en un fallo de 41 páginas que rechazó enérgicamente la narrativa de los oficiales.
Ambos policías habían negado las acusaciones y permanecieron en la fuerza con la paga completa hasta que fueron despedidos el 25 de marzo, tres semanas después del fallo de Gamble, y cuatro años después de que las acusaciones fueran reportadas a la Oficina del Fiscal de Distrito de Brooklyn y a la Oficina de Asuntos Internos de la Policía de Nueva York, según registros disciplinarios y de nómina.
Ninguno de los agentes fue acusado penalmente, y el caso se vino abajo después de que el adolescente se negó a seguir cooperando con los investigadores, dijo un portavoz de la oficina del fiscal del distrito.
Las acusaciones nunca antes se hicieron públicas. El NYPD comenzó a publicar los resultados de sus juicios internos a principios de este año luego de una batalla judicial relacionada.
No se pudo contactar a los dos oficiales para que hicieran comentarios y sus abogados no respondieron las llamadas.
Shohatee, quien conoció a la adolescente en el trabajo, solicitó fotos de la niña en Snapchat y le preguntó si “estaría dispuesta a tener sexo” a principios de 2016, dicen los documentos.
Después del intercambio en las redes sociales, el policía, que tenía 38 años en ese momento, llevó a la niña de 15 a su apartamento a altas horas de la noche al menos dos veces entre noviembre de 2015 y mayo de 2016, según el fallo.
En una de las reuniones “clandestinas”, Shohatee envió un taxi a la casa de la niña para recogerla y luego llevarla de regreso a casa horas después, dicen los médicos.
La pareja también se conoció una vez en su automóvil, según los documentos.
En total, los dos intercambiaron 857 textos, dicen los cargos internos.
Shohatee admitió tener a la niña sola en su apartamento, pero negó cualquier interacción sexual y testificó “que no pensaba que tener a The Minor en su apartamento fuera problemático”, muestran los registros.
En la primera visita, dijo el policía a los investigadores, la niña tuvo que usar su baño y estuvo en su departamento por no más de 30 minutos.
En cuanto a su segunda visita, ella pidió venir, dijo, según los documentos disciplinarios.
El juez desestimó la defensa de Shohatee, escribiendo en su decisión que el secreto de sus reuniones demostró que el oficial sabía “de la naturaleza ilícita” de ellos y dictaminó que los dos tuvieron relaciones sexuales al menos dos veces.
“La naturaleza insidiosa y siniestra de las acciones repetidas [de Shohatee] haría que cualquier adulto responsable, y mucho menos un padre, retrocediera horrorizado”, escribió Gamble.
Mientras tanto, Musallam conoció a la niña cuando su madre llamó al 911 después de que la adolescente desapareció, dicen los documentos.
La madre preguntó si podía darle a la niña el número de teléfono del oficial para que el adolescente pudiera “comunicarse con él si alguna vez necesitaba ayuda u orientación”, escribió el juez.
Entre julio de 2015 y diciembre de 2016, Musallam intercambió 742 mensajes de texto y registró 80 llamadas telefónicas con la menor de edad, según los cargos.
En julio de 2016, la niña le envió un mensaje de texto al policía: “Mi amor, estoy muy enamorado de ti”, dicen los documentos.
Musallam respondió: “¿Qué te dije acerca de enviarme mensajes de texto de esta manera? ¿Quieres que bloquee tu número? según los registros.
La adolescente siguió el intercambio con una foto ilícita de sí misma “acostada boca abajo en una cama, vestida con una camiseta y tanga, revelando una gran área de sus nalgas”, según los documentos disciplinarios.
Musallam testificó que antes de la foto, pensaba que sus mensajes de texto “no eran inapropiados sino raros e inusuales”.
Pero el policía nunca reportó la foto ni se lo contó a la mamá, dicen los documentos.
“Creo que su naturaleza incriminatoria debería haber sido evidente de inmediato para cualquier adulto razonable, y mucho menos para un oficial de policía”, escribió el juez.
Según el fallo, Musallam le dijo a la madre de la niña en mayo de 2016 que le preocupaba que ella “se esté volviendo demasiado apegada y que necesite terapia”, y agregó después de la foto ilícita, “que no puede enviarle mensajes por emojis y mensajes coquetos”.
Musallam afirmó que guardó la foto como “seguro … por si acaso” la niña lo acusó de “malversación”, pero nunca bloqueó su número, dice el fallo.
También dijo que le contó a su esposa sobre la imagen, pero luego admitió durante el juicio que ella la encontró mientras buscaba en su teléfono.
En un momento durante su relación con el adolescente, Musallam y la niña estaban solos en su automóvil mientras él no estaba de servicio, dicen los documentos.
La adolescente afirmó a los investigadores que el policía le pidió que “le practicara sexo oral, lo que ella se negó a hacer”, según los registros.
“Luego le preguntó si ella le ‘haría una paja’”, dicen los registros, y agregó que ella cumplió.
Musallam negó la acusación de la adolescente, testificando que se subió al automóvil después de que ella “mintió” para llevarlo allí y que la madre estaba en el porche “a unos diez pies de distancia” mientras hablaban durante “no más de cinco minutos”.
Pero el juez escribió: “La evidencia respalda la conclusión de que los Demandados señalaron individualmente al Menor como un individuo particularmente vulnerable al que estaban moralmente obligados a proteger pero que eligieron aprovechar para satisfacer sus depravados intereses.
“Si hubiera absuelto a los dos demandados de los cargos de conducta sexual inapropiada, recomendaría el despido, ya que la falta de juicio demostrada por su flagrante desprecio de la política del Departamento haría imposible que siguieran siendo agentes de policía juramentados”.
El NYPD no respondió preguntas de The Post sobre dónde fueron asignados los oficiales cuando todavía estaban en la fuerza o si habían sido reasignados o suspendidos después de las acusaciones.
“Hay tolerancia cero en la policía de Nueva York para la corrupción de cualquier tipo y estos dos ex oficiales perdieron su privilegio de ser parte de nuestro orgulloso Departamento de Policía al violar vergonzosamente sus juramentos de cargo y la confianza pública”, dijo un portavoz de la policía.
“Aplaudimos el hecho de que, como resultado de un juicio disciplinario interno del NYPD, estas personas ya no son miembros de este Departamento de Policía”.
Un portavoz del fiscal de distrito de Brooklyn dijo en un comunicado: “Mientras investigaba el tráfico de una adolescente, nuestra oficina se enteró de las preocupantes acusaciones de que dos policías la habían abusado sexualmente años antes.