Nicolás Maduro nuevamente canceló otro viaje fuera de Venezuela tras los anuncios que confirmaron que no asistirá a la toma de posesión del reciente presidente electo de Perú, Pedro Castillo.
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El ilegítimo representante del chavismo enviará a su “mano derecha”, el canciller del régimen, Jorge Arreaza, quien nuevamente intentará cubrir su ausencia en un foro que le deja mal parado.
Las recientes sanciones sobre su administración comunista parecen no darle tranquilidad fuera del territorio venezolano, en donde se protege con sus más cercanos cooperadores.
Nicolás no ha confiado ni siquiera en visitar Cuba, país en donde se reunía constantemente para conseguir asistencia logística y política desde hace varios años.
Para el año 2015 Maduro era considerado uno de las figuras del mundo que más viajes realizaba, pero desde 2019 canceló cualquier posibilidad de hacer turismo en búsqueda de supuestas alianzas.
Algunos expertos consideran que desde que la Administración para el Control de Drogas de EEUU publicó la oferta de recompensa por su nombre, además de Diosdado Cabello y otros 12 funcionarios del régimen socialista por narcoterrorismo, todo ese gabinete tomó la decisión aislarse para evitar cualquier acontecimiento.
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