Saltó la sorpresa y llegó el día que muchos pensaban que no iba a llegar nunca. Y menos, ahora, que se decía que el acuerdo de Leo Messi con el Barça era total, y su renovación estaba a punto de caramelo. De hecho, ya había llegado a un acuerdo para renovar su contrato, o eso se decía en varios medios. Pero, finalmente, Joan Laporta no ha conseguido la redención ni el perdón de Javier Tebas, que ha seguido firme en su sanción que impide inscribir a los recién llegados.
Y entre ellos, se incluye al argentino, que cuenta como nuevo fichaje, pues desde el pasado 30 de junio es agente libre. Como ha recalcado el combinado culé, no es una decisión del futbolista ni de la entidad, pues su deseo era seguir ligados, pero, finalmente, los motivos legales lo impiden. Ahora, inicia una dura etapa, en la que tendrán que aprender a sobrevivir sin el mejor jugador de su historia, y de todos los tiempos. No será sencillo.
Menos aún, teniendo en cuenta que no han percibido ni un solo euro por su marcha, que es todavía más traumática que la de Cristiano Ronaldo del Real Madrid. El presidente culé se ve obligado a intervenir y a actuar, y tiene dos opciones: confiar en que jugadores como Antoine Griezmann o Anssumane Fati den un paso al frente, o acudir al mercado. Y parece que lo más probable será lo segundo, pues el vacío que deja es tremendo.
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