Deret Tejada Moscoso tenía el mismo sueño que miles de niños dominicanos: ser beisbolista profesional de las Grandes Ligas en Estados Unidos. Por eso, sin importar el día y la hora, jugaba siempre que podía en el diamante, tal como lo hizo el pasado domingo, sin imaginar que sus anhelos y su vida se cortarían de tajo por la mala suerte de pasar por el lugar equivocado. Así lo reseñó Univisión.
Con 13 años recién cumplidos, Tejada terminó de jugar un partido más en la comunidad de Gaucí, al noroeste de República Dominicana, con el sol veraniego listo para meterse. Tras despedirse de todos, el niño se subió a un taxi que lo llevaría a casa. Esa sería la última vez que sus amigos lo verían con vida.
Cerca de las 7 pm, mientras el automóvil recorría las calles de la comunidad, Tejada cayó fulminado en uno de los asientos al ser impactado por una bala perdida proveniente de un enfrentamiento cercano entre varias personas que todavía no han sido identificadas.
A pesar de que el joven fue trasladado a un centro médico privado para tratar de salvarle la vida, Tejada fue declarado muerto minutos después de haber llegado al lugar, provocando una fuerte movilización e indignación en toda la comunidad.