Buzos podrían haber encontrado la Cámara de Ámbar, la octava maravilla del mundo que se creía destruida

Buzos podrían haber encontrado la Cámara de Ámbar, la octava maravilla del mundo que se creía destruida

Los hallazgos en el mar Báltico que podrían revelar el misterio de la Cámara de Ámbar / Cortesía

 

El Karlsruhe, un crucero de guerra nazi que fue hundido durante la Segunda Guerra Mundial y que se encuentra en las costas de Noruega, en el mar Báltico, es investigado por los científicos e historiadores, ya que sospechan que allí podrían encontrarse los restos de la “Cámara Ámbar”, calificada como la octava maravilla del mundo.

Por: Crónica





Gracias a una inspección de un cable eléctrico submarino en la zona de Ustka, el equipo de buceadores de Batlictech, integrantes de la empresa del Santi Diving, hallaron por casualidad este crucero nazi, que podría contener un valioso tesoro. El naufragio estaba ubicado a 500 metros, en posición vertical. Según se estima, la Cámara Ámbar podría valer 176 mil dólares.

“El barco está prácticamente intacto. En sus bodegas descubrimos vehículos militares, porcelana y muchas cajas con contenido aún desconocido”, detalló Tomasz Stachura, uno de los buzos que encontró el cargamento del barco hundido, descubierto en 2020, pero que recién este año comenzaron con las investigaciones.

El Karlsruhe era parte de la Operación Hannibal, una de las evacuaciones marítimas más grandes de la historia, que ayudó a más de un millón de soldados alemanes y civiles de Prusia Oriental a escapar del avance soviético en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, según indicó The Guardian.

¿Qué es la Cámara Ámbar?

La Cámara Ámbar se trata de una obra realizada en 1701 por el escultor barroco Andreas Schülter, que estaba en el palacio que Federico I de Prusia, en Berlín. Era una habitación oculta (cámara) que tiene 55 metros cuadrados y estaba hecha con aproximadamente de 6 toneladas de ámbar y otras tantas piedras semipreciosas.

El ámbar es una resina fosilizada y firma parte de las sustancias codiciadas para la elaboración de objetos reales y religiosos en toda Europa del Este, que fue protegida por la ley prusiana desde el siglo XIII.

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