Al menos el 68% de los docentes universitarios en Venezuela podrían dejar las aulas

La crisis universitaria, los bajos sueldos, falta de seguridad social, y la deficiencia de los servicios públicos, déficit de insumos de bioseguridad, la hiperinflación y las malas políticas gubernamentales han llevado a los docentes universitarios a desertar de su labor como docente, o buscar otras alternativas de trabajo para obtener un ingreso extra.

Por Moiselis Méndez | LA PRENSA DE LARA





Así lo reveló un estudio del Observatorio de Universidades (OBU), el cual señala que al menos el 68% de los profesionales de la educación habían pensado en dejar su trabajo durante la pandemia para dedicarse a otras actividades que les permita ganar más dinero, una cifra que corresponde a seis de cada 10 docentes encuestados, al igual que el 62% de los estudiantes habían pensado en desertar.

De acuerdo al estudio, en el caso de Lara, las universidades como la UCLA han registrado al menos un 35% de abandono por parte de los docentes, cuyo déficit es más evidente en las carreras prácticas como medicina veterinaria, ciencias de la salud e ingenierías, a pesar de ser estas las carreras de mayor demanda.

En la UNEXPO la situación se ha agravado al pasar los años, pues registra más de un 50% de deserción docente, a cuyo problema se suma que ha sido víctima de la inseguridad, pues el robo de equipos de valor ha dejado a los estudiantes sin la posibilidad de realizar sus prácticas.

La casa de los docentes de la región, la UPEL ha registrado uno de sus más grandes abandonos por parte del personal docente a partir del 2018, acrecentando en medio de la pandemia por covid-19.

Según el gremio de profesores, la diáspora es debido a dos importantes razones: los bajos sueldos y la nula garantía de seguridad social, pues un docente titular con doctorado gana un aproximado de 11 dólares mensuales. Además han ido perdiendo sus beneficios médicos que el Estado debería garantizar.

Desempeñar otro trabajo, así no sea de su área de conocimiento, vivir de remesas enviadas por familiares, o irse del país, son las opciones para los docentes, dejando a la deriva la educación de los futuros profesionales de la región, y los avances en materia de investigación.

“La calidad de vida de un docente ha desmejorado mucho, se ha deteriorado por encima del 80%” expresó con gran angustia y tristeza Gonzalo Meléndez, presidente de la Asociación de Profesores de la Unexpo. Pues el poder adquisitivo los ha dejado en una encrucijada, donde el dilema diario se discute entre escoger alimentarse o comprar medicinas para enfermedades crónicas.

Falló sistema
Las clases a distancia como estrategia ante la cuarentena nacional, han dejado al descubierto los pesares que viven a diario los venezolanos. Según la OBU, el 60% de los docentes y el 48% de los estudiantes no cuentan con el servicio de energía eléctrica continuo lo que impide asistir a clases online.

Pero el problema se amplía en cuando a servicios básicos que golpean la calidad de vida. El 66% no tienen servicio de agua continuo y el 13% de los mismos utiliza leña para cocinar sus alimentos. Además ha aumentado el déficit nutricional por la crisis galopante, de allí que un 33% de los profesores come menos de tres veces al día, el 48% consume carbohidratos y deja a un lado proteínas y lácteos.

Profesores califican esa situación como de incertidumbre, desilusión y hasta de frustración, sin embargo, Blanca Terán presidenta de Aproupel, aseguró que el trabajo del educador es un apostolado que ahora en más tiene la obligación de reinventarse para formar a la sociedad.

Rechazan el regreso a clases
A pesar del anuncio por parte del presidente Nicolás Maduro quien reiteró que el año escolar 2020-2021 iniciará en octubre del presente año, el gremio de docentes de la educación universitaria “rechaza” el regreso a clases y exigió condiciones mínimas para volver a las aulas de forma presencial.

La primera, y en la que muchos profesores hicieron énfasis, es la vacunación de docentes, estudiantes, y del personal obrero y administrativo, pues no han sido incluidos dentro de la población priorizada en las jornadas de vacunación, conjuntamente con la garantías de agua potable y condiciones de bioseguridad.

“Muchos docentes se han contagiado de coronavirus, y muchos otros se han muerto” lamentó Jesús Suárez, dirigente estudiantil. La OBU detalló que el 88% de profesores y el 95% de alumnos a nivel nacional no había recibido ni siquiera la primera dosis contra el virus, y el 78% de los profesores no se había realizado prueba de triaje o PCR.