¿Cuáles son las fuentes de financiamiento de los talibanes en Afganistán?

¿Cuáles son las fuentes de financiamiento de los talibanes en Afganistán?

Los combatientes talibanes patrullan en Jalalabad, Afganistán, este martes 17 de agosto de 2021 (EFE)

 

 

 





 

Apenas cuatro meses después de que el presidente norteamericano Joe Biden anunciara la retirada de Estados Unidos de Afganistán, los talibanes tomaron el control de Kabul, casi 20 años después de que el grupo fuera expulsado del poder por las fuerzas de la OTAN.

INFOBAE

Pocos preveían que fuera a ocurrir tan rápido. Aunque se advirtió de un resurgimiento de los talibanes en caso de que el ejército estadounidense se retirara, lograron llegar a Kabul en sólo nueve días. El ejército afgano, entrenado en gran medida por las fuerzas estadounidenses, pero aturdido por el agotamiento y la corrupción, fue incapaz de contener al grupo y, en muchos casos, se alejó sin disparar un solo tiro.

Uno de los mayores interrogantes en torno a los talibanes tras tomar el poder con tanta rapidez es cómo consiguieron el dinero para hacerse con el control y gobernar el país.

Según los expertos, los talibanes obtienen su financiación de diversas fuentes. Parte del dinero procede del comercio de opio y del tráfico de drogas, o de otros delitos como el contrabando. Además, el grupo grava y extorsiona a las granjas y otros negocios, y los extremistas participan en secuestros para obtener rescates.

El grupo también recibe donaciones de un amplio abanico de benefactores que apoyan su causa o lo consideran un activo útil, según los expertos.

“Están inundados de dinero en efectivo”, dijo a NPR, el servicio de radiodifusión pública de Estados Unidos, Gretchen Peters, directora ejecutiva del Centro de Redes Ilícitas y Crimen Organizado. “Los talibanes llevan casi dos décadas ganando mucho más con el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas, que van desde los chanchullos de extorsión hasta el tráfico de madera, pasando por la minería artesanal y los planes de secuestro”.

Hay diferentes facciones de los talibanes: algunas, situadas en zonas de gran producción de drogas en el sur y el oeste de Afganistán, como Kandahar y Helmand, dependen más del tráfico de drogas para financiar sus operaciones. Pero otros, como los situados en el este y el sureste, tienden a ganar dinero de otras maneras, como la extorsión, el secuestro y el tráfico de madera, agregó Peters.

Aunque es difícil saber con exactitud cuánto dinero ingresan los talibanes cada año, un reciente informe de las Naciones Unidas estimó que se trata de entre 300 y 1.600 millones de dólares.

“Las principales fuentes de financiación de los talibanes siguen siendo las actividades delictivas, como el tráfico de drogas, la extorsión, los secuestros para pedir rescate, la explotación de minerales y los ingresos procedentes de la recaudación de impuestos en las zonas bajo control o influencia de los talibanes”, señala el informe.

Hanif Sufizada, que estudió las finanzas de los talibanes como analista de política económica en el Centro de Estudios sobre Afganistán, calculó en diálogo con Fox News que el grupo obtenía unos USD 416 millones de las drogas -Afganistán representó aproximadamente el 84% de la producción mundial de opio en los últimos cinco años, según Naciones Unidas- y unos USD 400 millones de la extracción de mineral de hierro, mármol, cobre, oro, zinc y otros metales y minerales de tierras raras.

Además, el grupo impone un impuesto del 10% a todos los eslabones de la cadena de producción de la droga, según un informe de la Unidad de Investigación y Evaluación de Afganistán, una organización de investigación independiente con sede en Kabul, incluidos los agricultores que cultivan la amapola, principal ingrediente del opio, los laboratorios que la convierten en droga y los comerciantes que trasladan el producto final fuera de la nación.

Según detalla la investigación, el grupo militante recibió otros USD 160 millones a través de la extorsión y los impuestos; USD 240 millones de donantes privados e instituciones internacionales, muchos de los cuales se encuentran en los países del Golfo Pérsico; USD 240 millones de las exportaciones de consumo cotidiano que se utilizan para blanquear el dinero ilícito, como las piezas de automóviles y los vehículos reensamblados; y USD 80 millones de los bienes inmuebles.