Una matanza sin culpables: El misterio del primer atentado islámico en la historia de España

Una matanza sin culpables: El misterio del primer atentado islámico en la historia de España

Varios cadáveres alineados en el patio del restaurante El Descanso, el 12 de abril de 1985 – José García

 

 

 





A las dos de la madrugada del 12 de abril de 1985, una fuerte explosión arrasó un restaurante situado cerca de la base aérea estadounidense de Torrejón de Ardoz, en Madrid. Se llamaba El Descanso y se encontraba en el kilómetro 14 de la Nacional 2. Los bomberos trabajaron toda la noche en las tareas de rescate y sacaron 18 cadáveres y 82 heridos de los escombros. La primera hipótesis apuntó a un escape de gas, pero una llamada anónima a una agencia de noticias de Beirut puso a las autoridades en alerta: “Reclamamos la responsabilidad de la operación, que ha sido efectuada por el grupo de la mártir Abu Zeinab”. Así lo reseñó ABC.

Se acababa de producir el considerado primer atentado yihadista de la historia de España y, en aquel momento, el segundo con más víctimas. Por delante solo estaba la bomba que mató a 28 personas en la boda de Alfonso XIII en 1906. En 1987 le superó la masacre del Hipercor de Barcelona perpetrada por ETA y, en 2004, el 11-M de Atocha, pero este es el único cuyos responsables no han sido capturados y juzgados todavía. “Somos los grandes olvidados”, han denunciado las víctimas en más de una ocasión.

Según los testigos consultados por ABC, poco antes de la explosión un joven entró en el establecimiento y fingió estar esperando una mesa. Al cabo de unos minutos le vieron entrar en el servicio con una mochila. Suponían en ese momento que en su interior llevaría una bomba. Allí la habría activado para dejarla, después, debajo de la barra. “Sentí una pequeña vibración y no le di importancia, aunque inmediatamente después hubo un fogonazo. Las puertas de los servicios salieron volando por los aires hacia mí. Una lluvia de cascotes y vigas se desplomó desde el techo”, recordaba uno de los camareros.

Clic AQUÍ para seguir leyendo.