Un día con Ahymara Espinoza, la atleta venezolana que alcanzó Tokio 2020 tras entrenar sola en un campo de béisbol (Fotos + video)

Un día con Ahymara Espinoza, la atleta venezolana que alcanzó Tokio 2020 tras entrenar sola en un campo de béisbol (Fotos + video)

Ahymara Espinoza sostiene una bala de 4 kilos, en el estadio Silvestre Ramón Anuel, en el estado Miranda. Foto Steffany Carvajal / La Patilla

 

A las 8 de la mañana espera Ahymara Espinoza alrededor del famoso cacao de Barlovento, en la entrada hacia San José. Viste su vestuario de entrenamiento, aunque ya días atrás había empezado su descanso.

Raylí Luján / La Patilla





Ahymara es tan sencilla como directa. Así lo manifestó en aquel video que se viralizó, en el que hablaba sobre la necesidad de apoyo institucional para su camino a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, desde un campo de béisbol, ese mismo que se convirtió en su aliado deportivo y el que ahora nos muestra.

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Desde el estadio Silvestre Ramón Anuel, en San José, Ahymara hace un recorrido explicativo sobre su rutina. A ese estadio acudió luego de llegar de Eslovenia, y usando las mismas adecuaciones que una vez armó de joven, con su entrenador William Romero –el que descubrió su talento–, logró prepararse para obtener, en la raya como ella misma lo asegura, su pase a las Olimpiadas.

Ahymara hizo otras actividades en su esfuerzo para cubrir los gastos de su entrenamiento rumbo a Tokio 2020. Entre esas otras tareas, vendió licores y se desempeñó como taxista. Foto Steffany Carvajal – La Patilla

 

Al salir de la estructura deportiva, Ahymara se dirige a un segundo lugar de entrenamiento, una opción que le tocaba elegir aquellos días en que el estadio era cerrado por prevención contra el Covid-19. Se trata de una acera frente al mar, en Playa Colada, ubicada en Los Canales de Río Chico.

La joven de 1.85 centímetros hace unas pequeñas demostraciones mientras lugareños y trabajadores de la zona la observan. Algunos la saludan, como si la conocieran de siempre, otros le piden fotografiarse con ella. Se acerca a ellos y les menciona a la familia. Sonríe y disfruta el momento.

Foto Steffany Carvajal / La Patilla

 

En el camino nos habla sobre su interés por la política, por rescatar y trabajar para su municipio. Entiende que no está preparada aún y que debe asesorarse para ello.

Ya en la comodidad de su hogar, cercano a la Escuela Básica Lander, donde ofrece clases de Educación Física desde hace un par de años, se encuentra con su mamá, una mujer de pocas palabras pero con un orgullo por su hija, notorio en su mirada.

La beca deportiva que recibe Ahymara Espinoza no llega ni a 2 dólares mensuales, a tasa oficial. Tampoco su salario como profesora en una escuela de educación básica. Foto Steffany Carvajal / La Patilla

 

Sobre la almohadilla de un gimnasio que instaló en el patio trasero, comenta sus preocupaciones sobre la falta de infraestructura en el país, que permita a atletas desarrollarse adecuadamente en cada disciplina.

Habla sobre el Estadio Olímpico Nacional Brígido Iriarte, ubicado en El Paraíso, muy cerca al Instituto Nacional de Deporte (IND), y cómo no cuenta con las condiciones para su entrenamiento.

Foto Steffany Carvajal / La Patilla

 

Es por ello que Ahymara solicitaba apoyo para regresar a Eslovenia, donde se había estado preparando el año pasado junto a Rosa Rodríguez, lanzadora de martillo y el entrenador esloveno Vladimir Kevo, quien les brindó total apoyo antes de volver a Venezuela por complicaciones de salud de su madre.

Aunque no obtuvo respuestas de las instituciones deportivas, la joven de 36 años recuerda cómo recibió el cariño e impulso de la gente, a través de redes sociales. Eso la sorprendió y finalmente cumplió con la marca requerida ­–18.50 centímetros– en abril de 2021.

Los zapatos adecuados para el lanzamiento de bala cuentan con una suela de fibra y su costo puede alcanzar los 150 dólares. Deben ser reemplazados cada 4 meses por el desgaste. Foto Steffany Carvajal / La Patilla

 

Fue luego que el Comité Olímpico Venezolano se encargó de cubrir su ida a Tokio 2020, donde culminó en el puesto 25 en la tabla final.

Ahymara explica que sueña con otras oportunidades en los próximos años, que también espera hacer familia y seguir dando lo mejor de sí, en el deporte venezolano, que tanto lo necesita. Mientras tanto, se dedica a cuidar de su madre y hacer hogar, en el que siempre encuentra motivación.