Reapertura del corredor humanitario fronterizo en Táchira es usada como campaña política por Bernal

Reapertura del corredor humanitario fronterizo en Táchira es usada como campaña política por Bernal

Paso fronterizo colombo-venezolano/ Foto: Cortesía/ Corresponsalía La Patilla

 

Para la parlamentaria de la Asamblea Nacional legítima, Karim Vera, el dirigente chavista es el menos interesado en abrir los pasos binacionales por los presuntos negocios que manejaría con integrantes de grupos armados. La gobernadora de Táchira, Lady Gómez, estima que Freddy Bernal obtiene más de 12 millones de dólares mensuales por el cobro ilegal para el paso de mercancías a través de 42 trochas.

Por: Luz Dary Depablos / Corresponsalía La Patilla





Según la diputada Vera, la reapertura del corredor humanitario para estudiantes venezolanos estaría siendo utilizada como bandera política para la campaña de Freddy Bernal, quien aspira ser gobernador de Táchira por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Manifestó que previo a la medida, varios niños fueron obligados a participar en encuentros con candidatos del PSUV.

Foto: Cortesía de la Gobernación Norte de Santander

 

El cierre unilateral y arbitrario de los puentes internacionales impuesto por el régimen de Nicolás Maduro, y que unen a Venezuela y Colombia por el estado Táchira y el departamento Norte de Santander, es una situación que favorece a los presuntos grupos irregulares que dominan los pasos por las trochas.

Foto: Cortesía Gobernación Norte de Santander

 

La parlamentaria recordó que la destrucción de la economía en la frontera se inició con el gobierno de José Vielma Mora. Exige que sean retirados los contenedores de los puentes internacionales para que se dé una apertura verdadera por el lado venezolano.

La reapertura del paso humanitario para niños que residen en territorio venezolano, pero estudian en Colombia, fue el motivo que permitió a Bernal, representante político del régimen en el estado fronterizo, materializar un acercamiento “diplomático” con autoridades colombianas.

Foto: Cortesía Gobernación Norte de Santander

 

Para Urania Rozo, habitante en la frontera y madre de dos niños en edad escolar, el mayor temor era exponer a sus hijos a cruzar por los pasos ilegales conocidos como trochas, donde en las últimas semanas se han registrado crecidas repentinas del río Táchira.

Trochas por donde pasan muchos venezolanos hacia Cúcuta/ Foto: Cortesía/ Corresponsalía La Patilla

 

Los ruegos de los padres y representantes, finalmente fueron escuchados. Desde el pasado 11 de septiembre se permitió el paso de más de 200 adolescentes, quienes cruzaron para presentar la prueba “Saber”, que realiza el Instituto Colombiano para la Educación Superior en Colombia para acceder a un cupo universitario.

Freddy Bernal supervisando el paso de los niños hacia Colombia/ Foto: Corresponsalía La Patilla

 

El lunes 13 de septiembre se inició el paso de centenares de niños y adolescentes, quienes además comenzaron a recibir el servicio de transporte escolar por parte de la gobernación de Norte de Santander.

En medio de apagones y sin internet

El colapso de los servicios que se padece en Venezuela es aún más grave en los municipios de la frontera tachirense, donde los niños que estudian en Colombia habían iniciado clases virtuales en medio de muchas dificultades por los constantes y prolongados apagones y fallas del servicio de internet.

La Secretaria de Educación de Norte de Santander, Hilse Aldana, indicó que junto a organismos internacionales están brindando apoyo a los escolares venezolanos. Destacó que los estudiantes han manifestado dificultades de conectividad en las clases virtuales.

Aldana también informó que se estaría evaluando la posibilidad para que el régimen permita el paso del transporte escolar hasta territorio venezolano, para que se facilite el traslado de los estudiantes.

El inicio de clases presenciales en Colombia y el anuncio por parte de funcionarios del régimen sobre la activación del plan de vacunación masiva en la frontera, ha proporcionado tranquilidad a padres y representantes. Urania Rozo temía que sus hijos no pudieran mantener el ritmo que exige la educación colombiana, a la que califica de “más calidad”, por lo que considera que a sus hijos les espera un mejor futuro.

Las expectativas de muchos tachirenses que viven en la frontera colombo-venezolana es que sean retirados los contenedores que obstaculizan el paso del lado venezolano y que se permita la reactivación de la economía entre los dos países, además del paso de personas bajo los protocolos de bioseguridad.